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La Policía Municipal de Madrid detiene a una banda de delincuentes de etnia gitana que se dedicaba a saquear tumbas. Se llevaban crucifijos, argollas, adornos y ornamentaciones. Robaban a ancianos y en los coches de quienes visitaban a sus fallecidos. Actuaban en tres cementerios de Madrid, sobre todo en el de Carabanchel. Se les imputan 31 delitos.

Agentes de la Unidad Integral de Investigación del Distrito de Carabanchel en el marco de la “Operación Santo”, cuyo fin era acabar con la inseguridad que inquietaba a los usuarios de varios cementerios de la Capital, detienen a dos personas y recuperan diversos objetos robados y herramientas usadas para cometer los robos.

La información recibida en las denuncias presentadas a través de la Oficina de Atención al Ciudadano por las víctimas de robos en cementerios, y la facilitada por los servicio de seguridad de los distintos cementerios madrileños, dieron lugar al inicio de la investigación efectuada por los Agentes de la Unidad Integral de Carabanchel y que culminó con el desarrollo de la “Operación Santo”.

El modus operandi de esta banda se desarrollaba durante las visitas de los ciudadanos a sus seres queridos o en la celebración de los sepelios, aprovechando estas circunstancias para romper las ventanas de los vehículos y extraer todo los objetos que allí encontraban. Además, también estaban especializados en el robo de la ornamentación de las tumbas y féretros, que posteriormente vendían al peso en distintas chatarrerías.

La operación realizada en varias fases finalizó el pasado viernes y se ha saldado con la detención y puesta a disposición judicial de dos de los principales responsables de estos hechos, una mujer de 26 años y un varón de 32 años ambos de nacionalidad española, aunque no se descartan futuras detenciones de otros posibles miembros relacionados. Igualmente se ha logrado interceptar las herramientas utilizadas para la perpetración de los delitos, como son palanquetas, barras de hierro y llaves de bujía. También fruto de esta operación se ha conseguido recuperar los objetos sustraídos en distintos cementerios, entre ellos dos cristos en bronce de un metro de longitud, imágenes de la virgen también en bronce, varias cruces y más de 50 argollas con asas labradas.

Con esta operación, Policía Municipal de Madrid pretende normalizar la seguridad de los camposantos y devolver la tranquilidad a quienes los visitan para dignificar el descanso de sus fallecidos