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Fresno de Torote tiene más de 40 viviendas en venta, todas ellas en condiciones de abandono. Es el único municipio de la Comunidad de Madrid que sigue siendo propiedad privada. Dos familias se lo reparten. El pueblo, vacío, comparte Ayuntamiento con el cercano Serracines y el alcalde ha propuesto levantar un plató de cine para recuperar el lugar.

Lo de Fresno de Torote es un caso particular, se puede decir que es uno de los pocos pueblos abandonados que hay en la Comunidad de Madrid, supuestamente en el pueblo hay censados unos 1300 habitantes, pero el pueblo se encuentra en situación de semiabandono, con escasos vecinos que residen en alguna de las edificaciones que se mantienen en buen estado de conservación.

Antiguamente era un pueblo con mucha actividad y de él dependía una pedanía cercana llamada Serracines, un pequeño núcleo urbano que ha ido creciendo en tranquilas urbanizaciones y es donde se han ido a vivir los habitantes de Fresno de Torote, allí en Serracines se ha trasladado el ayuntamiento.

A Fresno de Torote se llega por la M-113 que sale desde Daganzo de Arriba, la carretera lo divide en dos, dejando en la parte derecha la plaza central del pueblo y su iglesia.

IGLESIA EN RESTAURACIÓN

Aunque abandonado, todo pueblo tiene su iglesia, aunque esta no está en servicio. La iglesia de San Esteban está actualmente en restauración, fue vendida al Obispado de Madrid para tal efecto, allí se encontraron restos del sarcófago donde yacía Juan Hurtado de Mendoza, uno de los dueños de Fresno de Torote en el siglo XVI y descendiente del fundador del pueblo el Marqués de Santillana, durante el siglo XV.

La iglesia de San Esteban en Fresno de Torote destaca por su construcción en ladrillo y mampostería de piedra, el edificio data de finales del siglo XVI siguiendo los cánones de la arquitectura mudéjar. El interior es inaccesible para el público.

Al parecer la localidad perteneció a dos familias aristocráticas, los marqueses de Quirós y los Condes de Torrepalma, es por ello que Fresno de Torote era un pueblo habitado por los trabajadores de estas familias, ganaderos y agricultores sobre todo.

En las afueras de Fresno de Torote se encuentra en pie la abandonada Ermita de la Soledad, estaba en estado de ruina, pero fue reconstruida hace poco.