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Más de 60 instituciones y personalidades, tanto europeas como americanas, se han volcado a lo largo de esta semana en una campaña para pedir la protección del edificio vallecano de Peironcely 10, escenario de una icónica fotografía de la Guerra Civil inmortalizada por el periodista Robert Capa que "se erige como un símbolo frente a la barbarie de la guerra".

Bajo el lema #SalvaPeironcely10, diversas entidades culturales de países como Estados Unidos, Francia o Alemania han apoyado esta iniciativa ante el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid para evitar el derribo del edificio, que el fotoperiodista húngaro convirtió en "icono del horror" de la Guerra Civil.

Su imagen de dos niños jugando frente a la casa derruida dio la vuelta al mundo y se publicó en multitud de medios internacionales de la época, aunque no pudo llegar a España hasta los años 70 debido a la censura de la dictadura.

La fotografía en cuestión fue tomada por Capa después de los bombardeos de la fuerza aérea alemana sobre la población civil madrileña en el otoño de 1936. Ahora, más de ochenta años después, la antigua vivienda obrera de Peironcely es la única que queda en pie después de estos sucesos, por lo que la campaña de apoyo ha pedido a la Comunidad de Madrid que la convierta en Bien de Interés Patrimonial y al Ayuntamiento de la capital que incluya el edificio en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos.

Según el biógrafo de Robert Capa, Richard Wheland, aquel reportaje fotográfico de Peironcely 10, "con su fachada acribillada por la metralla y unos niños sentados en mitad del desastre, es considerado hoy como uno de sus mejores trabajos". "Pasados los años, esta imagen cobra aún más fuerza y se erige como un símbolo frente a la barbarie de la guerra", ha añadido el anuncio de la campaña.