El Ayuntamiento de Parla ha anunciado la retirada de dieciséis fuentes de la ciudad en los próximos días, entre las que se encuentran todas las ornamentales a ras de suelo y otras "de difícil mantenimiento y desinfección", por criterios sanitarios y económicos.
Según el Ayuntamiento, gobernado por el PP, "para garantizar la salubridad de las aguas habría que reconstruir las fuentes con un coste que el Consistorio no puede asumir", mientras que su retirada le servirá para ahorrar "casi 40.000 euros" en agua, a los que se ha de sumar el coste por labores de mantenimiento y de limpieza.
Este ahorro no será total para las arcas municipales, puesto que la retirada y adecuación de las fuentes costará 18.000 euros e implicará la extracción de los elementos de las fuentes y el relleno de los huecos con tierras, compactados, solados en hormigón y terminados con un pavimento similar al de la zona.
En una de ellas, sin embargo, se mantendrá la estructura de granito como elemento decorativo y se ajardinará tras colocar un sistema de riego por goteo.
El Ayuntamiento ha indicado que estas instalaciones tuvieron una "mala ejecución en el momento de su construcción", lo que dificulta la desinfección de las aguas y un arduo y costoso mantenimiento, según han recogido informes de los técnicos de los departamentos de Obras y Salud Pública.
La concejal de Servicios a la Comunidad, María Jesús Fúnez, ha asegurado que existe un "informe biológico" según el cual las fuentes a ras de suelo "es muy fácil que se ensucien" y que, en su funcionamiento "el agua entra en contacto con la piel de los ciudadanos y de las personas que están alrededor por salpicoteo".
La edil ha asegurado que, si las aguas "no están debidamente tratadas pueden causar legionela".
"Son instalaciones que carecen de sistemas de depuración y desinfección para poder mantener la calidad del agua óptima", según la concejal, que ha señalado que su ubicación "impide los trabajos de limpieza y baldeo porque las barredoras no pueden pasar, ya que su peso derrumbaría las fuentes".
El Ayuntamiento de Parla gastó en agua para las fuentes un total de 236.038 euros en 2015, a pesar de que "muchas permanecieron ya apagadas" desde el inicio de la legislatura.
Fúnez ha reconocido que, tras el corte de dichas fuentes, "hubo una demanda vecinal" para que se volvieran a poner en funcionamiento, algo que no se hizo en el momento por "un posible problema sanitario" al entrañar un riesgo de contagio de legionela, que ahora ha invitado a su retirada definitiva.