“Ojalá no hubiera que felicitar a nadie simplemente porque ha hecho su trabajo. Y ojalá que la sociedad no permita que la historia común, nuestra memoria, muera podrida en los sótanos de la desidia y del olvido.” Escribe el periodista Pablo Romero en su Twitter.
Hoy se cumplen 25 años del asesinato a manos de ETA de siete inocentes en la Glorieta de López de Hoyos de Madrid. Entre los que se encontraba el padre de Pablo.
Cinco años de investigaciones sobre este caso desembocan en “Las tres muertes de mi padre.”, una serie de Podcasts que relatan a viva voz lo que muchos intentaron callar.
Ya en 2016 publicó una serie de reportajes en El Español analizando cómo había continuado recopilando indicios que apuntaban a los integrantes del Comando Madrid como responsables del atentado.
“No cambié de opinión en ningún momento de mi vida. Fui consciente de que iba a prescribir el caso y decidí llamar a la audiencia para intentar tener acceso al sumario.-Que por cierto- Derecho que se adquirió después, no tenía acceso porque no era parte de proceso, me lo concedieron como un favor”, asegura.
Le preguntamos sobre del recién estrenado ministro del Interior, Fernando Grande-Maslaska.
“El juez Marlaska estaba haciendo su trabajo. Como si a mí me aplaudieran por hacer una crónica. No voy a poder juzgar su trayectoria judicial con la política. No puedo valorar, es demasiado pronto. Yo le voy a valorar en función a su poder ejecutivo, no judicial”, asegura contundente.
Preguntó a testigos directos, habló con tres etarras supuestamente arrepentidos y trató con confidentes del CNI en solitario. “No puedes pedir ayuda en una investigación. Tienes que hacerlo solo.” Un trayecto lleno de obstáculos “Te esperas la ayuda de la administración y te encuentras con trabas.”
Hace un mes que ETA se disolvió y Pablo solo sintió "indiferencia". Hoy pide que “los poderes públicos reaccionen y trabajen por lo que más importa para sanar las heridas de los afectados: saber qué pasó. Ojalá los cobardes se echen a un lado. Ojalá las buenas palabras desaparezcan para convertirse en hechos.” 280 caracteres de alguien que buscaba una verdad y, encontró una gran mentira.
Ahora, y después de una larguísima investigación, sabe que hay mucho más de lo que le contaron.