El portavoz socialista de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Madrid, Pedro Santín, ha reclamado que se implante de nuevo el servicio de recogida a domicilio de muebles y enseres para evitar que las calles de la ciudad se conviertan en "un improvisado trastero".
El edil ha solicitado que desde el 1 de noviembre este servicio, suspendido desde septiembre, vuelva a ponerse en marcha, ya que su desaparición "está provocando que calles y plazas se estén convirtiendo en un improvisado trastero y un vertedero incontrolado".
"La eliminación de este servicio municipal es una irresponsabilidad", ha destacado el concejal, que ha indicado que esta supresión podría implicar el dejar esparcidas por la ciudad "más de 4.000 toneladas de muebles y enseres viejos el próximo año".
Con esta medida, se logra ahorrar 430.000 euros anuales, cantidad calificada de "ridícula" por Pedro Santín ya que "en 2009 se gastaron 236.000 euros sólo en hacer propaganda de las visitas a los distritos de la titular de Medio Ambiente, Ana Botella, para presentar operaciones de limpieza extraordinarias".
La mayor cantidad de vertidos, según Santín, se están produciendo en el centro de la ciudad, en los distritos Centro, Arganzuela, Retiro, Salamanca, Tetuán y Chamberí, "donde ni siquiera hay punto limpio fijo municipal". Allí, en 2009 se recogieron 1.948 toneladas de muebles viejos, casi la mitad que en el conjunto de Madrid. "En 2010 una cantidad similar se quedará sin recoger", sentencia el edil.
"El Gobierno municipal ha dejado sin alternativa a los vecinos de estos cinco distritos del centro de Madrid porque les ha suprimido la recogida domiciliaria de estos residuos sin que exista punto limpio fijo, lo que hace que los ciudadanos se vean obligados a tirar directamente los muebles a la calle para evitarse un engorroso, caro y largo viaje a otros puntos limpios que están situados a varios kilómetros de sus viviendas", ha señalado.
A eso se une que ninguno de los puntos móviles del Ayuntamiento admite muebles, colchones, somieres, marcos, puertas y otros restos de obras de reforma domiciliaria, "lo que unido a que el servicio de recogida del 010 no funciona, hace que la única alternativa que le queda a los vecinos es dejarlos en la calle junto a los contenedores de residuos, papel y vidrio, práctica que está sancionada con multas de 1.500 por la actual Ordenanza de Limpieza Municipal", ha concluido Santín.