El nuevo arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ha asegurado en una carta abierta a los ciudadanos que quien tiene alguna responsabilidad sobre otras personas nunca debe moverse por el éxito personal o por el beneficio material, sino por el compromiso con la verdad y la justicia.
Así lo asegura en la carta que ha escrito a los siete días de tomar posesión como nuevo arzobispo de Madrid en la que asegura que su misión es "ser 'testigo' y hablar de Dios con palabras y obras".
"No vine para proponer u obtener objetivos políticos, económicos u otros de cualquier tipo, sí para mostrar la verdadera Belleza", dice, que no es otra cosa que "acercar el amor y la misericordia de Dios", porque la religión "es una cuestión fundamental para una convivencia lograda en libertad y respeto".
Osoro recurre a unas palabras del primer libro de los Reyes sobre la entronización del rey Salomón para, como un "atrevimiento", lanzar un consejo.
"Todo ser humano tiene una responsabilidad sobre todos los que tiene a su alrededor, hay algunos que la tienen más que otros. Y cuanto más dependa la vida de los otros de sus decisiones y acciones el criterio último y la motivación para su trabajo nunca debe ser el éxito personal y menos el beneficio material", afirma.
Y a continuación añade que la motivación "tiene que ser el compromiso por la verdad y la justicia para todos, por construir la fraternidad y la cultura del encuentro, por lograr las condiciones básicas para una convivencia en paz y respeto a todos, lograda desde el reconocimiento vivido de la dignidad de todo ser humano como 'imagen y semejanza de Dios'".
"Por eso, encontrarnos con los hombres y hablarles con obras y palabras de Dios no es cuestión secundaria, es condición para vivir en verdad y en libertad", concluye la carta, que firma con un sencillo "Carlos, Arzobispo de Madrid".