Decenas de miles de personas -más de un millón según los convocantes- se han manifestado hoy por el centro de Madrid para denunciar la injusticia que padecen lesbianas, gais, transexuales y bisexuales en ochenta países, donde son perseguidos por las autoridades, e incluso condenados a muerte en algunos de ellos.
"Nos manifestamos por quienes no pueden", decía el lema de la pancarta de cabecera de la marcha, que ha transcurrido entre la glorieta de Carlos V (Atocha) y la plaza de Colón en un ambiente festivo y reivindicativo para recordar a quien no puede expresar libremente su orientación sexual.
En demasiados lugares los Derechos Humanos son una pura ilusión o una declaración en papel mojado, según el manifiesto leído al final.
Esta manifestación de "unidad y solidaridad" ha sido el acto central del "Orgullo LGTB" en Madrid, convocado por el Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (Cogam) y la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (Felgtb).
La presidenta de Felgtb, Boti G. Rodrigo, ha recordado a la prensa que en diez países ser homosexual está castigado con la pena capital y ha recalcado que la ciudadanía "entera" de Madrid ha invadido las calles por los que no pueden defender sus derechos.
La máxima responsable de Cogam, Esperanza Montero, ha recalcado que en muchos países estas personas también sufren pena de cárcel.
Los asistentes agitaban cientos de banderas del arcoíris y letreros y coreaban eslóganes a favor de una sociedad laica y plural y la libertad sexual, algunos vestidos de piratas, vikingos, romanos, legionarios, diablos o en ropa interior, animados constantemente por música de batucada.
UN ORGULLO DE MILES DE COLORES
Los seis colores de la enseña más popular del activismo por la libertad sexual en el mundo se han quedado cortos, muy cortos, frente a los miles de colores y muchos más motivos con los que han adornado hoy miles de ciudadanos en la gran fiesta reivindicativa que es el Orgullo Gay en Madrid.
Como eco de esa diversidad libre que promueve el MADO (Madrid-Orgullo) 2014, entre la estación de Atocha y la plaza de Colón, por el paseo del Prado y el de Recoletos, por la gran pasarela del Orgullo han desfilado piratas, indios, mariquitas, hombres-murciélago, abanderados y bailarinas con tutú, drag queens, diablos y diablesas, enamorados del gimnasio ceñidos en licra y algunos con muy poca ropa encima.
Pero también grupos de jóvenes que han tomado miles de metros cuadrados de césped para hacer sentadas-botellón y familias enteras que, en pie a ambos lados de la calle, han seguido la colorida y ruidosa -los tambores mandan- marcha civil.
El calor ha hecho del centro de Madrid un territorio donde los pantalones "short" han campado a sus anchas y sin duda ha sido el primer Orgullo de los 'selfie', el fenómeno de las autofotos, que también ha llegado al MADO.
Y mientras algunos celebraban y festejaban en pos del amor libre, otros han tratado de hacer en julio su agosto con carritos de la compra atestados de latas de cerveza o enviando grupos de jóvenes musculados a la manifestación con las señas del gimnasio más orgulloso de la ciudad.
Emmanuel, un treintañero ciudadano de la Bretaña francesa, explica que ha regresado a Madrid a celebrar el Orgullo, como hace desde un montón de tiempo, porque considera que la de Madrid es la mejor edición del movimiento.
Este año ha llegado espoleado, según cuenta a Efe al inicio de la marcha, por las "cosas" que ha "perdido" en su país este colectivo.
Por el "ambiente" y para defender los derechos del colectivo llega una joven murciana, docente en paro, que denuncia las restricciones de horarios en los conciertos en el centro de Madrid en esta edición del Orgullo.
Otros, como la estudiante Sandra, personalizan en alguien su reivindicación: en su caso, su mejor amigo, que es gay.
Sandra reconoce que "queda mucho por hacer", pero entiende que, a las alturas del siglo XXI, "esto es lo hay que defender".
"Con la cantidad de gente que hay no se ve nada", comentan entre sí dos señoras de avanzada edad que se acercan al palco, adonde ya han llegado los organizadores.
"¿Tenéis algo que decir a (Ana) Botella?", se escucha por la megafonía, un ejemplo más de que la alcaldesa de Madrid ha sido una de las más recordadas: "Que nos oigan hasta en el último despacho del Ayuntamiento: ¿Por quién estamos aquí?, Por quien no puede".
Pero el más recordado hoy ha sido el activista Pedro Zerolo, que por vez primera en décadas hoy no ha podido estar en la celebración por las calles de Madrid.
"Por primera vez en casi 30 años no puedo estar en el Orgullo, pero cantaré el 'A quién le importa' con fiebre y en cama. Viva el Orgullo de la Diversidad 2014!", ha escrito Zerolo, que lucha contra un cáncer, en su perfil de Twitter.
Un mensaje que han repetido cientos de personas en esa red social en homenaje al hombre al que más personas han dedicado este Orgullo 2014.
EL SAMUR REALIZA 180 INTERVENCIONES
El Samur ha realizado un total de 180 intervenciones durante las celebraciones de ayer de la fiesta del Orgullo Gay en Madrid, 72 de ellas en el desfile, pero ninguna de gravedad, según ha informado a Efe Emergencias Madrid.
La mayoría de estas atenciones, realizadas entre las 20 horas de ayer y las 7 de la mañana de hoy, han respondido a intoxicaciones etílicas, traumatismos leves, mareos a causa al calor y cortes en los pies debido al calzado de verano.
De los heridos leves, 27 han requerido traslado hospitalario para consultas menores como radiografías o recibir puntos de sutura.
Durante el dispositivo especial establecido con motivo del Orgullo Gay, el Samur colocó tres puestos sanitarios avanzados, uno en la Plaza de las Salesas, otro en la Plaza de la Lealtad y el último en el cruce de las calles Gran Vía y Clavel.