El Gobierno ha solicitado al último propietario de la Real Fábrica de Tapices de Madrid, Livinio Stuyck, que abandone su vivienda en las dos últimas plantas del edificio antes del próximo martes 28 de marzo. Stuick lleva viviendo 20 años en el inmueble público, sin contrato y sin pagar alquiler, desde que el Ministerio de Educación y Cultura rescatase a la empresa de la quiebra.