Un preso del centro de Navalcarnero y otro de Valdemoro agredieron a ocho funcionarios, algunos de los cuales han tenido que recibir atención médica por las lesiones producidas por los golpes, puñetazos y mordiscos recibidos, ha informado el sindicato CSI-F.
La primera agresión se produjo sobre las 12.15 horas de ayer en el Centro Penitenciario de Navalcarnero. Un interno iba acompañado del funcionario del Economato Central para solucionar un problema con una televisión, cuando el preso se dio la vuelta de repente y le golpeó con la misma televisión en la cara, partiéndole el labio.
Los dos funcionarios que acudieron a reducir al interno también fueron agredidos: uno recibió un mordisco y el otro acabó con el pantalón rasgado. A este preso también le dio tiempo a agredir al Jefe de Servicios de esta prisión, al que le dio un mordisco y le causó una lesión en el pie.
La segunda agresión se produjo en el Centro Penitenciario de Valdemoro a las 20.45 horas de ayer, cuando un interno que estaba de tránsito en esta prisión se abalanzó contra cuatro funcionarios a puñetazos, golpeando a tres de ellos.
El pasado martes 3 de marzo, este interno evitó ser trasladado al Puerto de Santa María quemando el colchón de su celda, lo que motivó que se le trasladara a la enfermería del centro. Allí rompió un plafón y se tragó un cristal, por lo que fue trasladado al hospital para examinarle y pasó allí la noche. A la vuelta de su estancia en el hospital es cuando protagonizó las agresiones.
"PASIVIDAD" DE LA ADMINISTRACION
CSI-F Prisiones ha denunciado una vez más estas agresiones "ante la pasividad de la Administración". Asimismo, se han quejado de que los funcionarios de prisiones no son considerados agentes de la autoridad "porque los políticos no se ponen de acuerdo".
Por todo esto, solicita con urgencia de Instituciones Penitenciarias (IIPP) la adopción de medidas y soluciones que impidan la repetición de agresiones similares a las sufridas por los funcionarios.
En este sentido, exigen un aumento de la plantilla, nuevos protocolos de seguridad en IIPP y la inclusión de su colectivo en el protocolo de agresiones de la Administración General del Estado; que la Administración se declare de oficio responsable subsidiaria a efectos económicos de los daños sufridos y de los gastos que ocasione la curación de las lesiones, dado que el agresor está bajo la responsabilidad y custodia de la Administración; así como la tutela y defensa jurídica a través de la Abogacía del Estado en casos graves.