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Un minuto de silencio en Usera se ha unido a una ofrenda floral a las puertas de la tienda de alimentación donde ocurrió la tragedia en la que un niño de tres años murió atropellado. Más de 500 personas se han acercado esta tarde a dar apoyo a la familia. Han cerrado todos los comercios chinos del barrio, adheriéndose a la concentración asociaciones chinas.

Todo ocurrió muy rápido y aquel instante nunca se borrará a Wi Li, la madre, que no puede contener las lágrimas, pero que dice tiene que sacar fuerzas para preocuparse de sus otros hijos y de su marido que recupera de las heridas en el hospital.

Sus hijos también se han acercado hasta el punto donde murió su hermano. Vecinos y compatriotas chinos han convertido el lugar del atropello en un altar en recuerdo a Ichi.

Los vecinos insisten en que esto se veía venir. Conocían a Aaron, el joven de 18 años que atropelló al niño, y que ya está en prisión. Se le acusa de homicidio por imprudencia.