Madrid capital se queda medio vacío en agosto con la llegada de las vacaciones, pero ya no es lo que era. La ciudad sigue bullendo y la horas puntas de tráfico, sobre todo en la periferia, han sido como las de un lunes cualquiera.
Este año sí que se nota la crisis y que la gente prefiere ahorrar, por lo que pueda ocurrir. Aun así, y con unas temperaturas que han alcanzado los 37 grados, muchos negocios estaban cerrados por vacaciones.
Asimismo, se circula en coche mucho mejor. Hay espacio en las aceras para aparcar y las tiendas y bares no tienen tantos clientes como de costumbre.
Pero la realidad de la crisis económica eja a muchos sin vacaciones. Los reporteros de Telemadrid han hablado con diferentes personas que comentan que "este año toca quedarse en casa porque no hay dinero" o que "estando en paro, hay que quedarse en casa".