Manuela, la vecina de Orcasitas que ha impulsado la rehabilitación de 90 inmuebles en su barrio

  • Tras las reformas, el Poblado Dirigido de Orcasitas se ha convertido en el primer barrio de energía casi nula en España
Manuela Navarro, vecina de Orcasitas
Manuela Navarro, vecina de Orcasitas |UCI

Manuela Navarro es una jubilada de 67 años que ha conseguido cambiar su barrio. Gracias a ella se han rehabilitado más de de 90 inmuebles del total de 107 bloques existentes en el madrileño barrio del Poblado Dirigido de Orcasitas donde reside.

En este barrio, situado al sur de Madrid, en el distrito de Usera, con una población de unos 23.000 habitantes, la mayoría de sus edificios datan de los años 80.

Todo empezó e el año 2014. Manuela, ex administrativa de una multinacional y ex empresaria de marketing y publicidad, se preocupó por el riesgo de desprendimiento de los antepechos de los inmuebles y se puso 'manos a la obra'.

Manuela movilizó a los vecinos y se puso en contacto con las Administraciones Públicas para lograr la rehabilitación de la totalidad de los inmuebles del barrio.

"Al caerse una piedra de más de 600kg me preocupé y decidí ponerme en marcha para que todos los vecinos conocieran el riesgo que corríamos”

"Al caerse una piedra de más de 600kg me preocupé y decidí ponerme en marcha para que todos los vecinos conocieran el riesgo que corríamos”, cuenta Manuela, “empecé a moverme poniendo carteles anunciando una asamblea vecinal, aunque el temor de los vecinos era tener que gastar mucho dinero para acometer las obras”.

Gracias a la actividad de Manuela se descubrió que las filtraciones de agua eran uno de los principales problemas del edificio. Además, ser realizaron catas y se monitorizó su vivienda para conocer la pérdida de energía y extrapolar los datos para hacer las obras de una forma adecuada para resolver de forma eficaz los problemas.

el Poblado Dirigido de Orcasitas se ha convertido en el primer barrio de energía casi nula en nuestro país

En la actualidad, el Poblado Dirigido de Orcasitas se ha convertido en el primer barrio de energía casi nula en nuestro país. Gracias a la movilización de esta vecina, las obras acometidas para eliminar antepechos, amianto e instalar aislantes térmicos han logrado una reducción del 58% de las emisiones de CO2 y mejorado la escala energética de los inmuebles de la E a la C, con la correspondiente revalorización de las viviendas gracias a las mejoras.

Además del confort adquirido en las viviendas, que mantienen una temperatura constante de 19 grados en el interior, los vecinos aseguran que gracias a las obras de rehabilitación se ha conseguido un importante ahorro en sus facturas. “Hemos pasado de abonar más de 300 euros en el invierno a 58€ durante Filomena”, asegura Manuela.

“Hemos pasado de abonar más de 300 euros en el invierno a 58€ durante Filomena”

En esta misma línea, Juan Antonio, vecino del Poblado de Orcasitas, asegura “en mi caso debía tener puesta la calefacción todos los días y bastantes horas, y a día de hoy poco uso le doy. La remodelación ha venido muy bien y ha sido muy favorable, sobre todo para los bolsillos”.

Entre un 60 y un 70% de estas obras han sido subvencionadas por el Ayuntamiento de Madrid, mientras que el 30% restante ha sido financiado por entidades como créditos.com, canal especializado en reformas y rehabilitación de UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios), entidad especialista en financiación sostenible de la vivienda.

La falta de mano de obra mantiene a la espera de rehabilitación a más de una veintena de inmuebles en el barrio, aunque Manuela ya se plantea nuevos retos: convencer a los propietarios de 1.020 chalés unifamiliares para la mejora de la eficiencia en 2022 y promover la instalación de paneles solares para que el barrio sea de autoconsumo y puedan seguir reduciendo sus emisiones de CO2 y sus facturas domésticas.

AD Orcasitas, la labor formativa y social en un barrio obrero
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Con esta apuesta por la mejora de la eficiencia energética y el confort en edificios y viviendas, el Poblado de Orcasitas se convierte así en un ejemplo a seguir ante el nuevo paquete de medidas contra el cambio climático Fit For 55 que la Comisión Europea pretende aprobar para reducir las emisiones de CO2

Si esta propuesta sale finalmente adelante, a partir de 2030 no se podrán alquilar ni poner a la venta inmuebles con una calificación energética muy baja. Edificios y viviendas deberán tener al menos una calificación energética F, que será aún más exigente a partir de 2033, cuando no podrá ser inferior al tipo E.