Madrid sufre una media de tres homicidios al mes. Las velas se encienden en este pequeño altar improvisado en Torrejón de Ardoz. donde la policía continúa buscando al individuo que disparó a discreción a las puertas de la Discoteca Pícaro. Según testigos presenciales se trata de un individuo moreno, de 1,80 metros de altura.
Hoy, hemos conocido que la víctima mortal, ni se enteró de que estaban disparando. Recibió el impacto por la espalda. Su madre, que ha llegado ya desde Rumanía, lo primero que ha pedido nada más aterrizar en Barajas es ir a ver el lugar donde murió su hijo.
A las once y cinco de la mañana llegaba al Instituto Anatómico Forense la madre del joven asesinado, para identificar el cuerpo de su hijo. Cincuenta minutos después, salía, con la cara cubierta por las lágrimas. La mujer llegó ayer desde Rumanía, y su intención es repatriar el cadaver a su país de origen, cuando sea autorizado por el juez que lleva el caso.
Ni los familiares ni los amigos han querido hablar con Telemadrid de lo ocurrido, aunque todos han dejado claro en las últimas horas que el joven fallecido y su amigo, que resultó herido leve, no participaron en los incidentes que se iniciaron pasadas las cuatro de la mañana dentro de la discoteca, y se vieron rodeados por los disparos a las seis, cuando buscaban una manera de volver a sus casas.
En la pequeña plaza donde se encuentra la discoteca hay dos cámaras de seguridad, y sus imágenes podrían ser fundamentales para identificar al asesino.
Tanto en este banco como en la puerta de la discoteca, los amigos y conocidos de Cosmin han improvisado pequeños lugares de recuerdo del joven, con fotografías y frases en rumano como "nunca te olvidaremos". Junto a ellos, en la pared , marcas de los catorce disparos que realizó el agresor.