En el salón de actos de la Junta Municipal de Moncloa-Aravaca se celebró la tarde-noche de este jueves el homenaje a Luis de Vicente Montoya, experto en la Casa de Campo y recientemente fallecido.
En este acto de recuerdo participaron su mujer Yolanda, su hija Irene y varias de las personas que junto a De Vicente han impulsado en los últimos años la recuperación monumental, natural y paisajística de este pulmón madrileño.
Compañeros del Instituto Parque Aluche, del que fue profesor; otros llegados desde el Politécnico de Soria, otros más desde Ávila donde De Vicente realizó importantes investigaciones históricas. Y así un buen número de personas que recordaron la honestidad investigadora de este catedrático empeñado en reconstruir parte de la historia de Madrid.
Porque Luis de Vicente, como recordó alguno de los presentes, cribó casi todos los archivos a su alcance para reconstruir en sus escritos edificios y emplazamientos. No en vano, su formación como arquitecto y su sensibilidad como dibujante le permitieron recomponer vestigios que se creían perdidos y que posteriormente han sido recuperados por el Ayuntamiento de Madrid.
Además de la terrible pérdida para su familia, la desaparición de Luis de Vicente deja de algún modo huérfano a Rafael Pulido, otro de los grandes conocedores del gran parque metropolitano. El trabajo conjunto de De Vicente y Pulido ha conseguido, entre otras cosas, recuperar el emblemático edificio de la Casa-Palacio de los Vargas o poner en valor el magistral sistema de rejas en el muro histórico de la Casa de Campo, obra de Francisco Sabatini.
Tanto el Centro de Educación Ambiental de la Casa de Campo como el Ayuntamiento de Madrid se sumaron este jueves al reconocimiento del que no pocos consideraban catedrático de la Casa de Campo.