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(Actualizado

La ciudad de Madrid ha perdido la enorme nube de contaminación que cubría su cielo, gracias a las precipitaciones caídas en los últimos días y a las rachas de viento que han alejado de la capital estas partículas.

En las últimas horas, la boina sobre la capital ha desaparecido por completo y no se aprecia rastro del cielo gris desde las afueras de la ciudad ni desde la sierra.

Las circunstancias meteorológicas de la última semana han sido determinadas para reducir el aspecto del cielo de Madrid, el cual había registrado un récord de partículas contaminantes.

El viento ha registrado intensas rachas de viento durante los dos últimos días, con registros de hasta 37 kilómetros por hora el jueves y de 35 kilómetros por hora el viernes, según datos oficiales de la Aemet recogidos por Servimedia.

Además, la lluvia de los dos últimos días dejó 1,4 milímetros cúbicos el jueves y 4,4 milímetros cúbicos el viernes en la estanción de centro, mientras que en la zona de Ciudad Universitaria ascendió a 2 milímetros cúbicos el jueves y 4,6 milímetros el viernes.