Madrid tendrá un museo de su cerveza más conocida. Mahou reformará la Casa Palacio Duque del Infantado, un inmueble del siglo XVIII situado en el barrio de La Latina, en pleno distrito Centro, para establecer un museo con espacios culturales y gastronómicos.
El proyecto obtuvo la luz verde del Pleno municipal el pasado 20 de diciembre, con la aprobación de un plan especial que delimita las actuaciones en este edificio, protegido como Bien de Interés Cultural en régimen de monumento.
La reforma que llevará a cabo Mahou es obra del arquitecto Héctor Fernández Elorza.
El actual responsable de Urbanismo, el edil Mariano Fuentes, de Ciudadanos, destacó en el Pleno de Cibeles que más de 250.000 personas visitarán esta "joya" de 3.200 metros cuadrados que contará con "increíbles vistas" de La Latina y de San Francisco el Grande.
El delegado de Desarrollo Urbano comparó el proyecto con museos como el de la cerveza irlandesa Guinness en Dublín, pues en estas instalaciones se verá reflejada "la historia de una de las compañías cerveceras vinculadas a Madrid durante más de 127 años".
El plan especial que regula la reforma, al que únicamente se opuso el PSOE, destaca la "ausencia de dotaciones similares en la ciudad de Madrid" y considera que este nuevo museo y zona recreativa permitirá dar usos complementarios a dotaciones cercanas como el Teatro La Latina.
Además señala que el "impacto en la zona sería mínimo" en lo referente al tráfico y a la concentración de público, unas consideraciones que rechazan tanto desde el PSOE como desde la asociación Madrid, Ciudadanía y Patrimonio.
De hecho, la edil Mercedes González cargó contra este proyecto durante el pleno de la capital, al entender que se trata de un "proyecto precioso en un edificio equivocado" puesto que antes tenía uso educativo y a su juicio un museo de la cerveza "nada tiene que ver con un uso cultural" sino que acrecentará el ruido y los problemas de movilidad que convierten el centro en "inhabitable".
El nuevo museo de la cerveza Mahou se situará en un edificio de origen "incierto" y cuyo autor se desconoce pero que figura en los planos de la capital desde el siglo XVII. Durante décadas sirvió de residencia y en 1936 albergó en su sótano una checa, un centro de detención ilegal en el bando republicano.
Su último uso antes de que Mahou lo comprase fue como sede de la Universidad San Pablo Ceu.