El olor del asfalto caliente ha regresado a las calles de Madrid con el arranque de la mayor operación de repavimentación que ha visto la capital, después precisamente de un año en blanco en el que solo se invirtió en actuaciones menores de mantenimiento.
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, se ha desplazado hasta la ribera del Manzanares para presenciar cómo las máquinas comenzaban este mediodía a extender el asfalto sobre la calzada previamente fresada para eliminar el pavimento desgastado.
"Regresa la operación asfalto a Madrid -ha anunciado-. Después de dos años en los que no ha habido operación asfalto, hemos tenido que hacer un gran esfuerzo los madrileños para ir equilibrando poco a poco las cuentas de la ciudad de Madrid, hoy iniciamos una gran operación asfalto que tendrá continuidad en los próximos años". "Volvemos otra vez a invertir en la renovación y en el mantenimiento de nuestra ciudad", ha destacado.
En total, el Ayuntamiento de Madrid pavimentará este año 786.000 metros cuadrados de calzadas, en 286.192 (un 36,4%) de los cuales se utilizarán mezclas especiales de alta adherencia neumático-pavimento y baja emisión sonora, con una inversión de 13.369.317,52 euros que permitirá además actuar en 17.000 metros cuadrados de aceras y 14 infraestructuras viarias, entre pasarelas, túneles y puentes.
Esta inversión es la primera parte de un plan a tres años -hasta 2016-, en el que el Ayuntamiento invertirá 38 millones de euros en la renovación de un total de 1.660.000 metros cuadrados de calzadas, 79.000 metros cuadrados de aceras y 91 puentes y pasarelas. Para tener una idea de la magnitud de estas cifras basta compararlas con las operaciones asfalto de años anteriores.
Por ejemplo, la operación asfalto 2012, que era la trigésimo primera consecutiva, tuvo un presupuesto de 1.429.655,45 euros, prácticamente lo mismo que en 2011, para actuar sobre 24 calles con una superficie de 104.954 metros cuadrados. Incluso las anteriores a éstas, cuando los recortes a los que obligó la crisis y la consecuente merma de ingresos municipales, estuvieron muy lejos de la actual.
La de 2010 supuso una inversión de 3,4 millones de euros para renovar 174.987 metros cuadrados de calles y la de 2009 alcanzó los 5.360.533 euros, para 78 calles y 365.260 metros cuadrados, de los que 5.072.401 provenían del Fondo Estatal de Inversión Local que puso en marcha entonces el Gobierno socialista.
La que originalmente se llamó "operación asfalto", luego "Madrid pavimenta Madrid" con Alberto Ruiz-Gallardón en la Alcaldía y ahora "Madrid renueva Madrid", se extiende en esta ocasión durante una parte mayor del año y no circunscribe solo a los meses de verano, como era tradicional.
De todos modos, será en la época estival, cuando disminuye el tráfico rodado, el momento elegido para asfaltar los principales ejes de circulación urbana: el paseo de la Castellana, las calles de Alcalá y Hermanos García Noblejas, o las entradas de las carreteras A-2 por la avenida de América y A-5 por el paseo de Extremadura, entre otras.
Algunos de los trabajos, además, se harán en horario nocturno para que afecten lo mínimo posible al tráfico. Hoy, en un mediodía soleado pero frío, las máquinas han comenzado por la glorieta de Pirámides, en la que se reasfaltará una superficie de 7.300 metros cuadrados en un par de días, para continuar después por los paseos de Yeserías y de la Chopera hasta la plaza de Legazpi.
Otras calles que se asfaltarán en este plan son las avenidas de Filipinas y de Logroño, varios tramos de las avenida de Pablo Neruda y de los Poblados, así como de las calles Fuente Carrantona y Goya, los paseos del Prado, de las Delicias y de la Habana, la calle de Ríos Rosas, la glorieta de Santa María de la Cabeza y las plazas de Castilla, Lima y Cuzco. El Ayuntamiento ha destacado que dentro de la operación de este año se va a realizar un ensayo con materiales descontaminantes en el asfaltado.
Será en una superficie aproximada de 20.000 metros cuadrados del distrito de Villaverde, donde un proyecto cofinanciado con fondos Feder y con cargo a la iniciativa Urban, permitirá verificar la idoneidad de unos materiales que absorben dióxido de nitrógeno, el único contaminante que se viene superando en la ciudad de Madrid.