El sector del olivar en la Comunidad de Madrid prevé este año un aumento en la producción de aceite, después de que en la campaña se haya recogido un 31 por ciento más de aceituna. El dato ha sido facilitado por la Consejería madrileña de Medio Ambiente, que ha apuntado que el sector abarca 24.850 hectáreas de la región, con 4.500 olivicultores.
Anualmente se obtienen más de 10.000 toneladas de aceituna, que posteriormente se procesan en las quince almazaras inscritas en el Consejo Regulador Aceites de Madrid hasta el resultado final del aceite de oliva.
Los datos del 2010 constatan un aumento en la producción de aceite con respecto al año anterior, con un 31 por ciento más de aceituna recolectada.
Ello ha permitido que en la región se obtengan 2,7 millones de litros de aceite de oliva correspondientes al año 2010, principalmente en las comarcas de Las Vegas, Campiña y Sur Occidental, donde se cultiva el 97 por ciento del olivar de Madrid.
Este año se prevé un fruto de alta calidad por las especiales condiciones climatológicas que se dieron durante la época de floración, ya que las lluvias del pasado junio impidieron que los frutos se deshidratasen.
Los aceites de Madrid se caracterizan por su escasa acidez, su color amarillo intenso y brillante con ribetes verdosos, y su fragante aroma.
Las variedades son cornicabra, manzanilla, verdeja, picual, gordal y carrasqueña.
El cultivo de olivar en la Comunidad de Madrid también aporta un beneficio medioambiental, ya que las casi 24.850 hectáreas de olivar protegen el suelo contra la erosión, contribuyen al mantenimiento del paisaje, su masa vegetal sirve de sumidero de CO2 y participan en el desarrollo rural de la región.
Muchas de las plantaciones se hicieron con poca separación entre árboles, lo que dificulta su mecanización para la recolección y fomenta que en muchas ocasiones se realice de forma artesanal y familiar.
En Madrid hay un buen número de olivos centenarios cuya producción media es de diez a quince kilos de aceituna por olivo, lo que supone de 1.000 a 1.500 kilogramos/hectárea.
Gracias a las técnicas de recolección por vibrador y con paraguas, la aceituna no sufre los golpes y no se producen oxidaciones del fruto desde su cosecha hasta la recepción en la almazara.
Además, según la Consejería, todo lo que se genera en estas parcelas en cuanto a podas y restos de malas hierbas, se reutiliza en el mismo terreno como abonado verde.