Faltan 19 días para Navidad. Esta es la primera frase que se distingue al entrar en la página web de la Asociación de Belenistas de Madrid, un grupo de gente anónima -y de todas las edades- que espera con ganas su momento, a partir del cual poder exponer el fruto del trabajo de meses en forma de belén.
"Igual que los de las Fallas están todo el año preparando sus esculturas, nosotros estamos trabajando todo el año para tenerlo todo listo para noviembre y diciembre", reconoce el vicepresidente de la Asociación de Belenistas de Madrid, Jorge López, quien también comenta a Efe que estos días "no dan abasto".
"Llevamos tres semanas dándolo todo y prácticamente estamos montando un belén al día", explica López, que, como el resto de miembros de la Asociación, no vive "de esto", sino que lo hace "por vocación". La historia de amor entre el vicepresidente y los belenes de exposición -los que suelen ver en los expositores de centros comerciales o instituciones- comenzó cuando él tenía 13 años, al ver en un escaparate uno de ellos.
Quedó deslumbrado y, como él mismo reconoce, le pidió a su madre que le acompañara a la Asociación "para apuntarse". Hoy, más de una década después, está metido de lleno en un mundo que califica como "muy agradecido" y para el que incluso se reserva días de vacaciones. Y es que la labor de montaje que en los belenes de casa se alarga como máximo dos horas, es mucho más compleja cuando de estos otros belenes se trata.
"En un montaje medio podemos estar trabajando entre 30 o 35 personas haciendo cosas distintas a la vez", explica López, que también expone que durante esta temporada van a montar "alrededor de 20 nacimientos".
También tienen mucho trabajo en estas fechas los miembros de la Asociación Belenista de la Comunidad de Madrid "La Milagrosa", que este año ha obtenido el Premio Nacional de Belenismo por un nacimiento expuesto durante el año pasado en los escaparates de un conocido centro comercial de la madrileña Calle Goya.
"Nosotros montamos nuestros belenes en plataformas comerciales, para instituciones... donde nos llamen", relata Andrés Fernández, vicepresidente de dicha asociación, quien resalta la normalidad de todos sus integrantes, puesto que, como él señala, "hay muchos jubilados".
Lo que no es tan normal son las figuritas que emplean para sus escenografías y que Fernández califica como "de primer nivel", ya que pueden llegar a alcanzar un precio de 400 euros. Bastante menos cuestan las figuritas de los belenes que tomarán parte en la segunda edición del Concurso de Belenes Reciclados propuesto por Cáritas Madrid y en el que solo podrán participar belenes hechos con materiales ya usados.
"Cualquier cosa que tengamos en casa que pueda servir, desde cajas de frutas, dvds que ya vamos a tirar, huevos o latas de sardinas para hacer el pesebre, lo que tengamos a mano nos sirve", señala Pilar Algárate, responsable de redes sociales de Cáritas Madrid.
La iniciativa, como explica Algárate, responde a los tiempos de crisis actuales, en los que pretenden "recurrir a la creatividad" a partir de la reutilización de objetos cotidianos. "El año pasado uno de los ganadores hizo su belén con palillos", rememora Algárate, quien recuerda que el concurso está abierto a personas de cualquier edad, "para poder realizar esta actividad en familia".
De una forma u otra, con figuritas de 400 euros o con nacimientos de materiales reciclados, la Navidad está a la vuelta de la esquina y, tanto niños, como adultos y jubilados se esmeran por presentar, bien en un lujoso escaparate o en el salón de una casa, el mejor belén que sean capaces de hacer.