Un carril bici exterior a la margen izquierda de Madrid Río, desde la plaza de Legazpi hasta la glorieta de Príncipe Pío, es la solución que plantea el Ayuntamiento de Madrid para acabar con la difícil convivencia entre peatones y ciclistas en este punto verde de la ciudad.
La directora general de Gestión del Agua y Zonas Verdes, Nuria Bautista, informó en la última comisión de Medio Ambiente y Movilidad que son conscientes de los problemas de convivencia y que por ello se ha ideado esta propuesta de un carril bici exterior al parque y que será "de lo primero que se va a ejecutar en 2017".
Además desde julio se han instalado en 40 de las 48 señales existentes en la senda ciclable del parque información que indica no sólo que la prioridad es del peatón, como ya constaba, sino que se especifica que la velocidad de las bicicletas no puede superar los 10 km/h.
La cuestión llegó a la comisión de la mano del concejal socialista Chema Dávila, que puso sobre la mesa "el creciente número de quejas de vecinos que no pueden disfrutar adecuadamente de Madrid Río" desde el punto de vista de un peatón por la intensa presencia de bicis, remolques, patines, triciclos o monopatines. Esto no sólo genera incomodidad sino también leves accidentes.
Bautista ha indicado que el origen del problema está en el diseño de la circulación en el parque. Y es que todas las recomendaciones de expertos apuntan a que "cuando hay más de 500 peatones por hora es incompatible unir el peatón con la bici". En Madrid Río "hay demasiada intensidad peatonal para que la senda sea compartida".
Desde hace un año, el área estudia con expertos cómo "reducir el conflicto". Hasta el momento se ha evaluado desde la reorganización del espacio hasta limitaciones horarias y de velocidad o separación espacial.