Los vigilantes de Seguriber que trabajaron la noche de la tragedia del Madrid Arena han manifestado que alguien que desconocen abrió en un momento de la fiesta una de las puertas de emergencia, una corredera de cristal, sin avisarles para que entraran jóvenes en el recinto, un acceso diferente al portón de carga por el que entraron otros 2.500 chavales directamente a la pista.