La situación de las personas sin hogar que utilizaban el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas como refugio nocturno ha cambiado de forma drástica, al cumplirse un mes de los controles de acceso. Según la secretaria general de Cáritas Madrid, Pilar Algárate, "ahora mismo, con las medidas que se han tomado, estamos hablando de 150 personas, más o menos, que están pernoctando en el aeropuerto".
Los controles, que comenzaron el 21 de mayo, restringen el acceso entre las 21:00 y las 05:00 horas, permitiendo la entrada únicamente a pasajeros con billete o tarjeta de embarque, acompañantes y trabajadores acreditados.
Esta medida, impulsada por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) y avalada por un informe de la abogacía del Estado, buscaba contener la crisis generada por la presencia de personas sin hogar en las instalaciones aeroportuarias.
A la espera de una solución
Un mes después de la implementación de las restricciones de acceso, muchas personas sin techo se han visto obligadas a buscar alternativas precarias.
La representante de Cáritas sostiene que ahora no hay personas sin techo durmiendo en el aparcamiento, como ocurría inicialmente, aunque reconoce que "hay una entrada, por ejemplo a la T-4, que tiene una escalera mecánica en cuyos laterales puede estar durmiendo alguien que no haya podido entrar por los accesos principales".
Otros pueden sufragar una pensión o un hostal para descansar durante unos días para después volver a la situación de calle.
"Con el calor, a veces, están más cómodos sin tener que trasladarse al aeropuerto porque ahora mismo en las calles de Madrid no se está tan mal como en invierno", explica Algárate.
Mientras se elabora un censo y mientras las administraciones llegan a un acuerdo para atender a cada una de las personas, afirma, la cifra ha descendido por las medidas adoptadas y por la llegada del buen tiempo.