El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha opinado este martes tras conocer el proyecto de presupuestos para 2012 que caen "en los mismos errores" que en ejercicios anteriores, lo que pone de manifiesto la "mala gestión" aplicada por el PP durante ocho años. "El Gobierno municipal es incapaz de controlar el gasto y de establecer medidas de austeridad, por lo que un año más se ve obligado a subir impuestos, especialmente el Impuesto sobre Bienes Inmuebles, que se incrementa un 5,5 por ciento", ha añadido tras apuntar a una nueva tasa, la de bomberos.
En este punto, el Gobierno local ya señaló que no repercutiría en los bolsillos de los ciudadanos sino en las de las aseguradoras y que no es más que un ajuste técnico de la contribución especial que pagaban estas compañías aseguradoras por el servicio de bomberos. Lissavetzky ha añadido que la reducción del gasto "no viene de ninguna medida de austeridad" sino que se deriva de dos decisiones a las que se ha visto obligado el Ejecutivo, como son la asunción de la deuda de Madrid Calle 30 por el Ayuntamiento de Madrid y la cesión del Metro a la Comunidad.
En el primer caso, se trata de "una rectificación sobre la desacertada medida en 2005 de crear una empresa mixta para gestionar los túneles de la M-30", algo que para Lissavetzky "llega tarde y les ha supuesto a los madrileños un sobrecoste de 300 millones de euros".En el segundo caso, ceder el Metro a la Comunidad significará "o una subida de tarifas o un deterioro en la calidad del servicio" ya que el Gobierno regional "no ha previsto en sus presupuestos suplir los 159 millones de financiación municipal".
El portavoz socialista ha añadido asimismo que el "descontrol del gasto corriente lleva al alcalde a reconocer que es incapaz de resolver el pago a proveedores, que se verán obligados a financiar al Ayuntamiento durante cinco años más y a no ver saldadas sus deudas hasta 2016". A eso suma que los parados serán penalizados con una reducción en 1,5 millones de euros en los fondos de la Agencia para el Empleo mientras que el presupuesto de Madrid Salud se reduce en 3,5 millones de euros. "Como no puede controlar el gasto, Alberto Ruiz-Gallardón se ve obligado a inflar los ingresos para equilibrar el presupuesto, un equilibrio que queda condicionado a que ocurran muchas cosas que están fuera del control del Ayuntamiento, como que se apruebe una nueva Ley de Haciendas Locales, que cambia la coyuntura económica y que crezca la economía", ha apuntado.
Tampoco se olvida de los ingresos extraordinarios. El edil apunta a que, como en otros ejercicios, el Gobierno municipal cuadra su presupuesto sobre la base de ingresos extraordinarios "que nunca se cumplen". En esta ocasión se trata de la venta de propiedades municipales por 114 millones de euros y la venta del 7 por ciento de participación del Ayuntamiento en el capital del Canal de Isabel II.
"Gallardón sigue ocultando otro dato: uno de cada cinco euros (1.184 millones) se destinan a pagar la mala planificación con la que se ha endeudado a esta ciudad", ha concluido Lissavetzky, quien ha sentenciado que "la burbuja de la deuda ha estallado y recaerá sobre los madrileños". "Hoy Madrid sigue siendo la ciudad más endeudada de España y el Ayuntamiento destina 3,24 millones de euros diarios para pagar la deuda", ha terminado.