El candidato socialista al Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha depositado el voto en el colegio Decroly, en el distrito de Chamberí, pasadas las 10.45 horas después de explicar a la prensa que espera que sea una jornada electoral "tranquila, sin incidentes" y que ahora pondrá rumbo a su casa para recoger papeles y prepararse para ir a comer con su hermana.
Lissavetzky llegaba a su colegio electoral pasadas las 10.30 horas. Después de hacer cola en la mesa correspondiente con el DNI en la mano, le ha tocado el turno. Allí le han pedido su carné de identidad, que ha entregado, y tras saludar al presidente de la mesa, ha besado a una de las vocales, su esposa Pilar.
Ha dicho que esto es una de las "anécdotas" del día ya que a ninguno de los dos le había tocado nunca estar en una mesa electoral y ha dado la casualidad de que este año, cuando él se presenta como candidato al Ayuntamiento, su mujer ha tenido que ejercer como vocal. Ha bromeado diciendo que se ha despertado pronto porque su esposa había puesto el despertador a las 6.45 horas para cumplir con sus obligaciones.
A su salida del colegio electoral, el aspirante ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que acuda a votar. "Ojalá las urnas se llenen de papeletas porque siempre estaré a favor de la participación", ha destacado.
También ha relatado que después de ejercer su derecho al voto pondrá rumbo a su domicilio "para recoger papeles". "Tengo un montón de la campaña totalmente desordenados", ha confesado. Después se preparará para comer con su hermana y posteriormente seguirá la jornada electoral. Ha confesado que está "nervioso" y que es consciente de que a partir de ahora empiezan las llamadas de móvil. "Unos para darme ánimos, otros para preguntarme pero yo que sé, aquí nadie sabe nada", ha bromeado.