Javier de Pablo, autor del informe sobre conducción bajo los efectos del alcohol | EUROPA PRESS
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Un policía municipal de Madrid ha convertido las matemáticas en un arma contra la impunidad de aquellos conductores que tras sufrir un accidente bajo los efectos del alcohol, se dan a la fuga para invalidar las pruebas que se les tomen una vez localizados.

Javier de Pablo es el policía judicial de Tráfico de la Policía Municipal de Madrid que ha recopilado en un libro, bajo el pseudónimo de Jsavi De Pablo, estudios sobre la materia de distintas épocas y lugares del mundo.

Incluso ha definido fórmulas específicas enfocadas a desvelar el nivel de alcoholemia con el que circulaba el conductor o desmentir o ratificar si el resultado arrojado al hacerle la prueba es compatible con la versión de ingesta tras el accidente y fuga.

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Con ello se podría reducir la impunidad de aquellos conductores que tras causar lesiones en un accidente por circular bajo los efectos del alcohol, se dan a la fuga y, una vez localizados, aseguran que han consumido alcohol tras el siniestro, a fin de que el resultado no pueda ser tenido en cuenta al juzgar el accidente.

'El Informe 'De Pablo" (Círculo Rojo, 2022) es el título de este libro de divulgación que pretende ayudar a otros agentes de tráfico, así como a abogados, jueces y fiscales, a neutralizar la estrategia de invalidar las pruebas de alcoholemia de aquellos conductores que se dan a la fuga.

MÁS ALLÁ DEL TRÁFICO

Sus aplicaciones podrían ir incluso más allá de la seguridad vial y ser tenidas en cuenta para casos de maltrato infantil, ya que permite calcular la tasa de alcoholemia en lactantes o niños pequeños que hayan sido obligados a consumir alcohol.

También es posible, gracias a los trabajos de De Pablo, calcular la tasa de alcohol en orina.

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Fue un caso real ocurrido a finales de diciembre de 2020 el que motivó toda esta investigación de De Pablo que se ha traducido en un libro de divulgación y guía útil para profesionales de la seguridad vial.

Aquel día, un conductor había causado un atropello y, tras descender de su vehículo y permitir que varios testigos observaran síntomas de embriaguez en sus movimientos, se marchó del lugar del siniestro y los agentes no pudieron dar con él hasta tres horas más tarde.

ORINA Y ECUACIONES

En ese momento dio positivo por alcohol, pero el detenido aseguró que tras el siniestro se había tomado dos copas de vino, una práctica que según lamenta Javier de Pablo, empieza a extenderse entre los conductores que sufren un accidente tras haber bebido.

Ante semejante actitud, este funcionario policial puso en práctica sus conocimientos en atestados, especialmente los estudios del químico sueco Erik Widmark, para calcular la horquilla de alcoholemia que debería presentar este hombre con sus parámetros y la cantidad de alcohol ingerido que manifestaba, la cual desmintió su versión al compararla con el resultado de las pruebas realizadas.

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Asimismo, la aplicación de las matemáticas realizada por este miembro de la Policía Municipal de Madrid pueden servir para hacer el viaje inverso y determinar la tasa de alcohol que presenta el conductor en el momento del accidente, teniendo en cuenta el tiempo transcurrido y el proceso de asimilación por parte del organismo.

"SÍNTOMAS" Y "TASA"

En este sentido, Javier de Pablo recuerda, en declaraciones a Europa Press, que "una cosa son los síntomas" que el consumo de alcohol genera en cada persona y que están relacionados con su tolerancia a esta sustancia, y "otra es la tasa", que constituye "un dato objetivo" al margen de los síntomas que ésta provoque en cada individuo.

A partir de aquella experiencia, este policía municipal madrileño prosiguió su investigación a nivel biológico, desarrollando "un viaje del alcohol por el cuerpo humano", reconoce.

Al acabar, decidió "pasar a limpio" y ordenar la cantidad de apuntes y documentación reunida, lo que dio como resultado este libro de 190 páginas que incluye un estudio pionero sobre los diferentes tipos de curva de alcoholemia y las "dobles curvas".

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Las dobles curvas suponen la adaptación del modelo de curva tradicional, planteado para medir la evolución del alcohol en el cuerpo desde el momento de la ingesta, pero como precisa De Pablo, hoy en día el consumo de la bebida no suele ser puntual, sino que se dosifica o espacia a lo largo de toda la jornada lúdica, lo que altera la evolución de su presencia en el organismo.

COGER AL TRAMPOSO

Con este sistema actualizado se puede detallar la tasa incluso entre dos ingestas, lo que ofrece una mayor fiabilidad a la hora de tumbar las estrategias de los conductores ebrios fugados del lugar del accidente.

'El Informe 'De Pablo" consta de dos partes, una primera más centrada en la biología y abordada, reconoce su autor, desde el humor para que su lectura sea más amena para cualquier tipo de público, para lo que se realiza junto a 'Trufín' el viaje de una molécula de alcohol por un organismo hasta que es detoxificada o eliminada del cuerpo.

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La segunda, por su parte, está más centrada en el aspecto forense y policial, con un compendio de la legislación existente en la materia, los estudios de Widmark o las tablas de la Dirección General de Tráfico que refuerzan los parámetros utilizados por De Pablo en el desarrollo de sus fórmulas novedosas.

Como subraya el autor del libro, todo este estudio matemático busca ayudar a "esclarecer los hechos" y no a perjudicar a nadie, porque como recuerda, se trata de un policía y no "un agente de parte" como puedan ser abogados o fiscales.

Tras el primer objetivo de reducir la impunidad de estos conductores, Javier de Pablo también persigue con este libro prevenir estas fugas, ya que de aplicarse su método, no sólo no se invalidan las pruebas de alcoholemia, sino que los implicados serían juzgados por delitos de lesiones graves por imprudencia grave, conducción bajo los efectos del alcohol y fuga, un concurso de delitos que hace que a este último, el más penado, se le aplique su mitad superior.