Las Rozas avanza el plan de soterramiento de cables con más de 16 km ya retirados
- El objetivo es eliminar más del 60% de los tendidos aéreos proyectados y sus apoyos antes de que finalice 2025.
El Ayuntamiento de Las Rozas sigue adelante con su plan de soterramiento del cableado y ha retirado ya más de 16 kilómetros de tendidos aéreos y 318 postes dentro de una actuación que prevé eliminar el 60 por ciento de las infraestructuras aéreas proyectadas en el municipio antes de que acabe el año.
El proyecto contempla actuar sobre más de 41.000 metros de líneas aéreas, de las cuales unas 24.800 se soterrarán antes de que acabe el año en una actuación que, hasta la fecha, ha recibido una inyección financiera de más de 6,7 millones de euros en distintas intervenciones que incluyen además mejoras urbanas como la renovación de 21.700 metros cuadrados de aceras, la instalación de más de 26 kilómetros de canalizaciones subterráneas y más de un millar de acometidas en viviendas y fincas privadas.
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El alcalde de Las Rozas, José de la Uz, ha visitado recientemente las obras que se están ejecutando en la calle San José del Pedrosillo, acompañado por el concejal de Infraestructuras, José Cabrera, y la edil del Distrito Norte, Mónica Paraíso.
En esta vía, de 1.250 metros de longitud, se está actuando con una inversión cercana a 1,2 millones de euros, según ha destacado el ayuntamiento en un comunicado.
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"Este Plan de Soterramiento es un proyecto muy ambicioso que pusimos en marcha hace varios años y que requiere un gran esfuerzo económico y de planificación. Pero vamos a seguir trabajando en eliminar todos esos cables de nuestros cielos y postes de nuestras aceras, tal y como nos comprometimos con los vecinos", ha aseverado De la Uz.
Para el desarrollo de este plan, el ayuntamiento ha suscrito varios convenios de colaboración con Telefónica e Iberdrola, responsables de la mayoría de los tendidos que se están eliminando desde el año 2019. Además, asume el coste de las acometidas eléctricas y de telecomunicaciones necesarias en los hogares afectados, lo que añade complejidad y carga económica al proyecto.
