La Batalla Naval moja Vallecas este año por "una vivienda digna y asequible"
Son ya 43 ediciones las que celebra esta fiesta reivindicativa
La Batalla Naval de Vallecas se moja este domingo 20 de julio por "una vivienda digna y asequible", ha informado la Cofradía Vallekana. Unos cangrejos en su casa, un cubo de playa, protagonizan el cartel de la Batalla Naval de 2025 en su reclamación "por una vivienda digna y asequible".
La Batalla Naval de Vallecas ha lanzado sus acuáticas armas contra los "corsarios" de los fondos buitre y los rentistas que "convierten los barrios en hoteles" y tratan de "expulsar a los vecinos", y ha llamado a los "bukaneros vallekanos" a ponerse "en pie de agua" para defender el derecho a la vivienda.
A las cuatro de la tarde de un domingo caluroso, pero no tan asfixiante como años anteriores, ha dado comienzo la 43ª edición de la Batalla Naval de Vallecas, una fiesta divertida pero, como cada año, reivindicativa. En esta ocasión la Cofradía Marinera de Vallecas, organizadora del evento desde hace más de cuatro décadas, ha puesto el foco en la dificultad de acceder a una vivienda y ha contado como pregoneros con representantes de la Plataforma de Afectadas por la Hipoteca (PAH) y la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos del distrito.
Porque el sistema inmobiliario, "marcado por la especulación, los fondos buitre, la subida constante de precios, la escasez de vivienda pública, la falta de regulación, la turistificación y la gentrificación, está detrás no solo de crueles desahucios, sino también de una reconfiguración urbana que margina a los sectores más vulnerables, y los expulsa de sus barrios", asegura la Cofradía.
"Ante esta realidad, la Batalla Naval de este año lanza un mensaje claro: la vivienda es un derecho, no una mercancía. Nuestro cartel, protagonizado por dos cangrejos ermitaños, es una metáfora visual de tantas vidas que hoy se ven afectadas por la precariedad habitacional. Porque preferimos los fondos marinos a los fondos buitre", subrayan los cofrades.
Y en esa línea han llamado a la batalla los pregoneros. "En estos momentos, con la situación que estamos viviendo, con la mayor crisis de acceso a la vivienda, es necesario que nos reforcemos, que nos unamos todas y todos para enterrar bajo el mar a los especuladores. ¡Que tiemblen los tritones burócratas al vernos mojarnos por el derecho a la vivienda!", han clamado las Asociaciones de Vecinos.
Desde la PAH, por su parte, han llamado a preparar "arpones, tridentes, anzuelos o redes" contra "los seres más odiosos de las profundidades del mar, que son la banca, los fondos de inversión, la SAREB o un Gobierno que considera la vivienda como bien de consumo y no como derecho universal".
Miles de vecinos ataviados con bañadores y bikinis, con gorras y, sobre todo, con pistolas o cualquier instrumento que permitiera lanzar agua, han tomado las calles para bailar, saltar, cantar, divertirse, reivindicar y, sobre todo, disfrutar de que, un mes de julio más, Vallecas se haya convertido en Puerto de Mar.
Son ya 43 ediciones las que celebrará en 2025 esta fiesta reivindicativa. El año pasado se mojó por Palestina y el precedente plantó cara a los discursos de odio. En las últimas ediciones sólo ha tenido un parón, el provocado por la pandemia, que dejó la Batalla Naval en dique seco pero los vallecanos y vallecanas se siguieron 'mojando' desde sus balcones y con una venta de camisetas solidaria destinada a las redes de apoyo.
EL MAR LLEGÓ A VALLECAS EN 1982
Fue en 1982 cuando simbólicamente el mar llegó a Vallecas con su Batalla Naval, que con los años se ha convertido en una de las señas de identidad de este punto de Madrid. Como explican desde la Cofrafía, organizadora de la Batalla, a un grupo de jóvenes que participaban en las Fiestas del Carmen se les ocurrió combatir el calor echando mano de las bocas de riego del bulevar.
De ese baño improvisado surgió la reivindicación del 'Puerto de mar para Vallekas'. Un año después se celebró ese imaginado puerto, en el que participaron más de 3.000 vallecanos y vallecanas.
Pero Vallecas no siempre lo tuvo fácil y la 'ley seca', mediante el cierre de las bocas de riego por parte de la Junta, también llegó a este puerto de mar. Desde 1991 hasta el año 2000 los problemas se sucedieron. El principal escollo es que no se establecía un espacio delimitado para celebrar la Batalla Naval.
La 'sequía' obligó también a darle una vuelta a la idea de la Batalla Naval. Por eso en 1993 se optó por la espuma y dos años después por el agua reciclada. En el año 2000 nació la Cofradía Vallekana, integrada por 36 organizaciones y colectivos de Vallecas que se hacen cargo de la organización de la fiesta.
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