Ioan P. está acusado de matar a su suegra a puñaladas y de intentar acabar con la vida de su exnovia, quien hoy ha declarado en la primera sesión del juicio que se sigue contra él en la Audiencia de Madrid que el día de los hechos "esperaba una paliza y no lo que ha pasado". "Yo ya no quería estar con él. Le tenía miedo, era muy posesivo y agresivo", ha explicado la mujer a través de una videoconferencia al tribunal que juzga los hechos ocurridos en su domicilio de Arganda del Rey (Madrid) el 30 de agosto de 2014.
El fiscal atribuye al procesado dos delitos de asesinato, uno de ellos en grado de tentativa, por los que pide que se le condene a 33 años de prisión.
El acusado, de nacionalidad rumana, ha indicado en el juicio -a través de una intérprete a la que en varias ocasiones ha recriminado que no sabía hablar rumano- que los hechos ocurrieron durante un permiso penitenciario, cuando él acudió al domicilio de su expareja a recoger pertenencias suyas.
Cuando llegó a la casa vio a la mujer con el móvil en la mano y entró en la cocina a por un cuchillo. No obstante, ha señalado que "no tenía intención de asesinar" ni a su suegra ni a su mujer.
Según las conclusiones provisionales del Ministerio Público, el acusado acudió al domicilio de su expareja, en el que también se encontraba la madre de ésta. Una vez en la casa, con la excusa de ir al baño, se dirigió presuntamente al dormitorio y asestó a su exnovia tres puñaladas que pudieron costarle la vida.
Después, siempre según la Fiscalía, asestó al menos cuatro puñaladas a su suegra, dos de ellas mortales, cuando ésta intentaba ayudar a su hija.
En el momento de su detención, el procesado confesó los hechos y manifestó: "Las he matado porque anoche estuvo follando con otro, es mi novia de siete años y una mujer rumana no folla con otro hombre".
El acusado ha negado durante el juicio haber dicho tal frase. "No pude decir una cosa así porque estaba trabajando la mujer", ha dicho.
Por su parte, la víctima ha declarado que aquel día estaba durmiendo y se despertó al oír un empujón en la puerta. Se asustó y y el acusado le dijo "¿has follado anoche, no?", para posteriormente apuñalarla.
También durante esta sesión del juicio han declarado como testigos varios guardias civiles que acudieron al lugar de los hechos, quienes han asegurado que nada más detener al acusado, éste confeso: "Las he matado porque me ha dejado".
El juicio continuará mañana con la declaración de más testigos y de los peritos.