Jesús María J.S., acusado de matar a una limpiadora de un gimnasio de Collado Villalba en 2008, ha justificado en el juicio la presencia de su sangre esparcida por todo el escenario del crimen en que le sangró la nariz días antes cuando acudió al gimnasio para preguntar los precios de la matrícula, negando ser el autor del crimen.
Así lo ha manifestado el procesado, de nacionalidad argentina, durante su declaración en la primera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid por los hechos ocurridos el 25 de julio de 2008. Se enfrenta a una petición de 19 años de prisión por un delito de asesinato.
Se da la circunstancia de que cuatro años después de estos hechos, se le atribuyó el asesinato de su pareja, a quien estranguló hasta la muerte. Fue condenado a 16 años de cárcel. Hoy, ha negado que fuera él.
Antes del inicio de su declaración, su abogado defensor ha solicitado la libre absolución de su defendido al negar que fuera autor del crimen. Según su testimonio, no hay ningún testigo que le inculpe, cuestionando el valor de la prueba de ADN recogida por los agentes de la Policía Científica.
En su declaración, el acusado ha manifestado que no recuerda que hizo en ese día. "Estaba en el local de unos amigos o en casa. No me acuerdo", ha dicho, explicando que dos días antes acudió al gimnasio para preguntar sobre los precios de la matrícula.
A preguntas sobre si asesinó a la mujer con el palo de la fregona y estrangulándola, ha replicado que no, justificando la presencia de su sangre en los pasillos porque le había sangrado la nariz cuando visitó el lugar días antes. Además, ha insistido en que no conocía a los dueños del gimnasio, quienes según el fiscales le debían un dinero. El fiscal sostiene que el crimen se debió a un ajuste de cuentas.
Según el fiscal, el acusado, entre las 4:30 y siete de la mañana del 25 de octubre de 2008, entró en el Gimnasio Centro Deportivo Villalba y golpeó hasta la muerte a una señora de la limpieza de 59 años de edad que trabajaba en las instalaciones. Al parecer, la señora de la limpieza sorprendió al acusado cuando se dirigió al vestuario de hombres.
La mujer trató de defenderse con la fregona, se inició un forcejeo, pero Jesús María, de 22 años de edad en el momento de los hechos, se la quitó y empezó a golpearle con ella en la zona pelviana izquierda, en la espalda y en todo el perímetro craneal hasta causarle la muerte por asfixia mecánica por estrangulación con las dos manos.
A continuación, y con algún objeto punzante, escribió en una de las paredes del gimnasio frases del siguiente tenor: "paga o tu familia sigue putu" o "putu se que pague lo q debe o sigue". Luego huyó del lugar de los hechos.
Se da la circunstancia de que cuatro años después de estos hechos, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado le atribuyeron este asesinato mientras cumplía prisión provisional comunicada y sin fianza por el presunto estrangulamiento de su pareja en el domicilio que compartían en Collado Villalba.
Una coincidencia en el ADN hallado en las muestras biológicas encontradas en los dos escenarios criminales, así como las huellas dactilares, apuntaban su implicación. Jesús María J. S. fue finalmente condenado a 16 años de prisión por la Audiencia Provincial de Madrid por el asesinato de su pareja por estrangulamiento.