El diestro Jiménez Fortes, que el pasado jueves sufrió en Las Ventas dos gravísimas cornadas en el cuello, ha atendido hoy en la clínica madrileña en la que se recupera, y al reflexionar sobre el percance ha confesado que "a partir de ahora voy a disfrutar más la vida".
"Así es esta profesión, sus dos caras, o te da la gloria más absoluta o puede hacer que pierdas la vida en un instante. Durante estos días he pensado mucho de la suerte que he tenido, y he sacado la conclusión que, aunque estoy ya como loco por volver a mi día a día, también quiero disfrutar más de los míos, de mi familia y de la gente que está ahí conmigo en esta lucha", ha dicho el diestro en una entrevista en su habitación de la clínica San Francisco de Asís.
Jiménez Fortes (Málaga, 1990) se encuentra "bastante mejor", en los tres días que lleva ingresado no ha sufrido ni fiebre ni infección de ningún tipo; la evolución es tan buena que en sólo 24 horas abandonó la UCI para pasar a una habitación de planta, y hoy muy posiblemente empiece ya a comer por sí mismo.
"La verdad que todos estamos sorprendidos de lo bien y lo rápido que se están curando las heridas. Ni yo mismo me lo creo. Los doctores, que me acaban de curar, me dicen que todo va como tiene que ir, pero yo ya me noto mucho mejor, empiezo a tragar poco a poco y hoy me han dicho que voy a empezar a comer algo, lo cual es una gran noticia", ha señalado.
El joven torero malagueño habla de "milagro" cuando rememora el momento del percance, el cual recuerda a la perfección, sin olvidar un sólo detalle de aquel momento tan dramático y sobrecogedor.
"Recuerdo que el toro no obedecía por el pitón izquierdo, y por ahí me echó mano. Tuve la suerte de que cuando me cogió en el aire solamente me encunó pero ya en el suelo sí noté como entraba el pitón por el cuello. Cuando me levanté me asusté mucho porque sabía que lo que llevaba era muy gordo. Piensas muchas cosas, poniéndote incluso en lo peor", recordó.
"Otra prueba más en el camino. Llevo catorce cornadas como profesional, cuatro de ellas en Madrid (ésta, dos el año pasado, y una más como novillero) y ésta ha sido la más grave y milagrosa, porque que entre el pitón por el cuello y no seccione nada, solamente contusione es algo dificilísimo que ocurra", ha reconocido.
Por este motivo, Fortes no quiere olvidarse de agradecer al doctor Máximo García Padrós que haya sido también parte activa de este milagro, "un lujazo de profesional, el cual te transmite una confianza bárbara de que lleves lo que lleves seguro que sales adelante", ha sentenciado.
Tanta fue la confianza que le transmitió Padrós, que cuando quiso tranquilizarle ya en la enfermería restando importancia al percance, Fortes no dudó en pedirle que le atendiera rápido para salir otra vez.
"Es verdad -dice medio riéndose- yo estaba tan asustado al ver tanta sangre que cuando don Máximo me dijo que me calmara que eran solo dos cortes le dije que si no era tan grave me diera un par de puntos que salía a rematar al toro. Algo, evidentemente, imposible, pero yo al escuchar sus palabras me mentalicé rápido de que podía salir otra vez al ruedo".
Un ruedo, el de la plaza de Las Ventas, que había sido testigo anteriormente de una de las faenas más importantes de Fortes en Madrid, a su primero, al que cortó una oreja gracias a la raza, al valor, a la entrega que puso el malagueño para sacar máximo partido de sus posibilidades.
"Sin duda ha sido el día que más me he sentido en Madrid, y en el que más he podido mostrar mi toreo. Me entregué totalmente, y vi como el mensaje había calado en la gente. Fueron sensaciones muy bonitas y emotivas, que necesitaba sentir como torero y como persona", ha confesado.
Aún es pronto para saber cuándo recibirá el alta, ni los plazos de recuperación, todo está pendiente de una prueba a la que será sometido mañana, aunque Fortes tiene claro que no quiere precipitarse. "Lo importante es recuperarme bien y que no queden secuelas", zanja.
"El año está siendo muy bueno. En Valencia, Zaragoza y ahora Madrid han pasado cosas muy positivas. Estoy notando el reconocimiento de la afición, de la prensa y el respeto y admiración de mis compañeros. Tengo ganas de volver a la pelea, pero también de recuperarme al cien por cien", concluye.