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La Policía Municipal llegó a ofrecer refuerzos a la jefa policial del dispositivo del Madrid Arena, Cándida Jiménez, pero esta los rechazó al no creer conveniente su presencia, como tampoco requirió la presencia de las Unidades Centrales de Seguridad (UCS, los antidisturbios).

"Pregunté a Jiménez si necesitaba más efectivos, pero no lo aceptó, no creyó conveniente la necesidad de apoyo", ha explicado Agustín Alarcón, que era el oficial de guardia aquella noche, en la vista oral que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid.

Este oficial ha recordado que la noche de Halloween había en Madrid 150 patrullas, es decir, 300 efectivos, a lo que había que añadir los antidisturbios de la Unidades Centrales de Seguridad.

Como él, todos los policías municipales que han declarado hoy en el juicio han destacado que Jiménez tenía a su disposición a los antidisturbios para requerir su servicios en cualquier momento.

No obstante, han subrayado que Jiménez no pidió que se desplegaran las UCS en el recinto, aunque han querido dejar claro que sí que estaba autorizada para ello. "La UCS siempre está a disposición de los dispositivos en Madrid cuando no tienen un cometido en concreto", ha señalado Teodoro Pérez, que era subinspector de la Policía Municipal el día de los hechos, quien ha recordado que los antidisturbios sí que han intervenido en otros eventos en el Madrid Arena.

Otro agente ha explicado que se optó por elaborar el dispositivo del Arena con el equipo de Moncloa-Aravaca en lugar de con Medio Ambiente como venía siendo habitual, porque este último grupo no tenía turno de noche y sabía que el evento iba a prolongarse.

En cuanto a la tragedia, este agente ha manifestado que la policía desplegada en el recinto no se enteró de lo que pasó en el Madrid Arena, pese a que había personas que llamaron al 112 alertando de la situación que se vivía en el pabellón. "No se tenía conocimiento de lo que pasó hasta que pasó, era todo muy confuso", ha añadido.