Con la entrada en vigor de la Ley antitabaco los hosteleros han notado un incremento de la venta ambulante de latas de bebida a las puertas de bares y locales de ocio nocturno. Los vendedores, casi todos de origen chino, aprovechan que los clientes salen a fumar para ofrecer su mercancía, más barata que en el interior de los locales.
Desde el 2 de enero es el aumento de colas y de público a las puertas de los pubs y discotecas, lo que está provocando un incremento del ruido en la calle y de los 'lateros' que, aprovechando la situación, se posicionan en las inmediaciones para ofrecer cervezas y refrescos a la gente por el módico precio de un euro, ha indicado Lara.
"Antes aprovechaban las colas de los locales, sobre todo las que se producen en torno a las 3 horas en algunos establecimientos. Pero ahora, como muchos clientes salen cada poco a fumar, pues están más presentes. Esto nos va a obligar a aumentar el número de controladores de acceso, lo que supone aumento de costes laborales en la situación de crisis económica en la que nos encontramos", ha indicado.
Los empresarios del ocio nocturno se han quejado también de la falta de mecanismo legal para impedir el derecho de admisión a alguien que entre fumando o que esté fumando dentro. "Sólo podemos pedir que apaguen el cigarro y si no lo hacen llamar a la Policía", ha indicado.