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A muchos vecinos del madrileño barrio de San Cristobal de los Ángeles poco les importa la última subida de tipos de interés. Aquí hace tiempo que algunos dejaron de pagar su hipoteca. Para ellos quedarse en paro fue el principio de sus problemas. Acababa de empezar la crisis y todavía se negaba la existencia de la crisis. Pero ellos la sufrían a diario en sus hogares. Un sólo sueldo no era suficiente para pagar sus hipotecas. Compraron casas a 200.000 euros, ahora aseguran no les dan más de 60.000. Se sienten engañados y ahora desamparados porque a más de uno le ha llegado la notificación de embargo de sus viviendas. En la misma escalera de Eduard, un vecino del barrio, se ha embargado una vivienda y a otra le quedan dos semanas. Es la suya. Tiene quince días para abandonar la casa. Eduard dejó de pagar su casa hace más de dos años y desde entonces no ha encontrado un trabajo.

SE VAN LOS VECINOS Y LLEGAN LOS OCUPAS

Los vecinos de San Cristobal aseguran que en el último año se han multiplicado el embargo de viviendas. "El barrio se está quedando vacío" aseguran una vecina, pero lo que es peor es que después de que se ejecute un embargo vienen los ocupas. Todas las semanas tienen que llamar a la policía para denunciar la ocupación de una vivienda. En los últimos meses, dicen, ha crecido la inseguridad en el barrio.

ESTE AÑO HABRÁ MÁS EMBARGOS

La subida de tipos es la antesala de un nuevo incremento de los embargos. Los analistas calculan que unas 350.000 familias perderan su vivienda en los próximos años. Sólo durante el año pasado se quedaron sin ella unas 70.000, un incremento superior al 8 por ciento respecto al 2009. Según los datos del Banco de España, desde que comenzara la crisis el número de pisos embargados se ha multiplicado por 3.