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Los pacientes del Hospital madrileño Carlos III que tienen cita en el centro están acudiendo a consulta con "tranquilidad", a pesar de que son sometidos en todo momento a fuertes controles de acceso y de seguridad.

José Mora y su esposa, Arnilda Martínez, ambos madrileños, han sido atendidos con normalidad en la consulta que tenían programada para las 12.30 horas en el servicio de digestivo del centro, apenas tres horas después del fallecimiento del sacerdote Miguel Pajares, a causa del ébola.

Según ha relatado esta pareja al abandonar el Hospital, antes de llegar a su cita han pasado por un control de la Policía Nacional, otro de dos guardas jurados en las puertas del hospital, otro de un médico que ha comprobado en un listado si estaban citados y después han sido acompañados por una señorita hasta la misma consulta.

Estos pacientes, al igual que todos los demás que entran hoy al centro a vacunarse o a consulta, han comentado que están recibiendo un trato por parte del personal médico "extraordinario". También han manifestado que no han notado nada anómalo ni en las instalaciones ni en el personal del hospital, que llevan puestos los uniformes habituales.

Todos los pacientes coinciden en que no han sido reticentes a la hora de acudir hoy al hospital Carlos III e incluso algunos de ellos desconocían a su llegada el fallecimiento del sacerdote, cuyo cuerpo sin vida permanece en la sexta planta del hospital.