El candidato socialista a presidente de la Comunidad, Tomás Gómez, ha dicho esta noche que, si arrebata al PP en las encuestas "tres décimas cada día de la campaña", ganará las elecciones, en el acto de inicio de campaña que ha compartido con Jaime Lissavetzky y José Blanco ante unas mil personas en la plaza de Callao.
"El PP está cuatro puntos por encima del umbral de la mayoría absoluta. Si les quitamos tres décimas cada día de la campaña, habremos ganado las elecciones", ha advertido un Gómez entusiasta y protagonista del acto, en el que ha convocado a los presentes a la "victoria de la mayoría de la gente común".
En un llamativo escenario decorado en rojo y blanco con los lemas "el presidente de la gente común" y "para que gane tu ciudad", los socialistas madrileños han proyectado a medianoche miles de imágenes de papeletas con la llamada "vota", en sustitución de la antigua pegada de carteles.
"Amigos, ya queda poco, quedan sólo quince días. Iniciamos la campaña en la plaza de Callao y el día 22 lo celebraremos en la plaza de Callao", han sido las primeras palabras de Tomás Gómez.
El candidato socialista, que se ha referido una y otra vez a la "gente normal y corriente" y a la "gente común", ha sostenido que Madrid "ya no soporta más el proyecto agotado de la derecha radical madrileña".
Por eso, ha recordado que él tiene un "proyecto de izquierdas" para esta Comunidad, un "proyecto socialista que combina los valores de libertad, igualdad y justicia social con la experiencia de la vida vivida por la inmensa mayoría de los madrileños".
A Gómez le ha precedido el candidato a alcalde, Jaime Lissavetzky, que se ha mostrado dispuesto a hacer una campaña "con críticas, pero sin insultar", y ha hecho hincapié en que él ofrece "sensatez" frente al "despilfarro" de Gallardón y en que se propone "convencer a la gente del valor de su voto" en los próximos quince días.
Tras mostrarse convencido de que su victoria es "posible", ha explicado que los socialistas tienen dos adversarios: el PP y el desánimo y el escepticismo, pero a los dos ha prometido combatir, a los primeros con propuestas e ideas, y a los segundos con entusiasmo y confianza, peleando "barrio a barrio".
Lissavetzky ha opinado que Madrid necesita "una nueva hoja de ruta" y ha considerado que los socialistas pueden ofrecerla con "prudencia y sensatez" en contra de la ciudad "desequilibrada" que es la capital hoy por hoy.
Con Gómez y Lissavetzky ha estado el ministro y vicesecretario general del PSOE, José Blanco, que ha pedido el voto para los socialistas frente al PP del "Gürtel" y del "despilfarro de Gallardón".
En su intervención, Blanco ha llamado a sus compañeros de partido a redoblar los esfuerzos y a conseguir sumar "un voto más" hasta la cita con las urnas y ha reivindicado el voto de los "indecisos".
"Cada voto es el voto decisivo", ha esgrimido, antes de apuntar el reto: "cada día, cada hora y cada minuto llevan la marca de esa misión: sumar un voto más".
"No es lo mismo el progreso de Extremadura o de Castilla-La Mancha que los gobiernos del Gürtel o el despilfarro de Gallardón", ha considerado el "número dos" del PSOE, en cuya opinión en estas elecciones se deciden el futuro de las libertades y las políticas de igualdad en todas las calles del país.
Frente a la candidata del PP a la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que ve la Sanidad y la Educación como "negocios privados", Blanco ha apostado por Tomás Gómez, de quien ha elogiado su gran motivación.
Orgulloso del futuro que propone Gómez, según ha confesado, el vicesecretario general del PSOE le ha dicho: "no sabes cuántas ganas tengo de verte ganar".
En clave municipal, ha señalado que cada ciudadano tiene que elegir "si le gustaría un poco más de contaminación, si le gustan los malos humos de Gallardón, o si prefiere llevar la política a todos los barrios como hará Jaime Lissavetzky".