El GERA ha realizado 82 rescates y 34 búsquedas en montaña este año

El Grupo Especial de Rescate en Altura (GERA) del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid ha realizado en lo largo de 2010 un total de 82 rescates y 34 búsquedas, sin que se hayan producido daños personales importantes.

Así lo ha explicado este viernes en el Puerto de Cotos, en Rascafría, el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, que ha asistido, dentro de las Jornadas '24 horas con Interior', a una demostración de las buenas prácticas para hacer actividades en la Sierra en invierno.

El consejero también ha realizado una marcha de dos kilómetros por esta parte de la Sierra, acompañado de varios miembros del Gera, y ha observado una de sus maniobras de rescate.

A lo largo del año pasado, el GERA llevó a cabo un total de 413 intervenciones, de ellas las específicamente referidas a la emergencia en montaña fueron 42 búsquedas de personas extraviadas y 111 rescates de personas accidentadas o en situaciones comprometidas.

La más trágica fue el rescate de un joven alpinista sepultado por un alud de nieve y que fue encontrado, ya cadáver, el 17 de enero en el entorno del Puerto de Cotos.

Además, en estas últimas semanas se ha detectado un aumento en el número de intervenciones originadas por la llegada de fenómenos atmosféricos invernales, tales como niebla, lluvia y nieve.

El jefe supervisor del Gera, Joaquín Aguado, ha indicado que los fines de semana invernales son los de mayor actividad en el Cuerpo, ya que realizan entre quince y 20 intervenciones, la mayoría por torceduras, esguinces, pequeños accidentes y búsquedas.

De hecho, ha señalado que fin de semana pasada buscaron durante toda la noche, a varios grados bajo cero, a una persona en la montaña, que finalmente pudo ser localizada en buenas condiciones.

CONSEJOS Y MEDIDAS DE SEGURIDAD

Aguado también ha aprovechado la visita del consejero para dar algunas recomendaciones y ofrecer medidas de seguridad para evitar despistes, accidentes y pérdidas en la Sierra, especialmente en época invernal. Así, ha explicado que la medida más fiable es la prudencia de los usuarios.

La Sierra madrileña se caracteriza, a pesar de ser de dimensiones reducidas, por una fuerte presión demográfica, con unos seis millones de personas. Es por ello que el Gera recuerda que no todas las personas que acceden tienen conocimientos suficientes como para hacer frente a los imprevistos. De hecho, la mayor parte de las intervenciones en montaña están originadas por imprudencias o negligencias.

Por todo ello, el jefe supervisor de este grupo de Bomberos ha aconsejado a los aficionados a la Sierra madrileña que no practiquen actividades para las que no se esté preparado físicamente, o adentrarse en parajes desconocidos o con meteorología adversa.

Así, es imprescindible contar con un teléfono móvil, con la batería cargadas, y portarlo en un lugar caliente, preferiblemente junto al propio cuerpo, ya que con el frío la batería se descarga más rápidamente.

Se debe añadir, además, una dosis suficiente de agua y alimentos de alto valor nutritivo pero ligeros de llevar, como son, por ejemplo, frutos secos; y por supuesto, un equipamiento adecuado, tanto en ropa como en calzado y accesorios, acorde con el entorno meteorológico de la sierra y las inclemencias invernales que puedan sorprender.

El Gera recomienda además preparar concienzudamente el equipaje con todos los recursos necesarios: mapa, brújula, GPS (si se tiene), linternas, manta térmica, navaja multiusos y, si es posible, un pequeño botiquín.

También es de suma importancia informarse previamente de los pormenores relacionados con la actividad que se pretende hacer, especialmente, de las previsiones meteorológicas. Ante cualquier contrariedad, lo primero que se debe hacer es llamar al 112.

Para ayudar en los casos de extravío es conveniente llevar prendas de colores vivos que puedan ser divisadas desde lejos o desde el helicóptero por los equipos de rescate. En tal situación, se debe buscar un lugar alto y despejado.

Desde el GERA solicita a la población que no saluden ni llamen la atención a los helicópteros de búsqueda si no les están buscando, ya que eso confunde al personal de rescate.

Los Bomberos también han explicado a los que se quieran aventurar a adentrarse en la Sierra que se informen de las condiciones meteorológicas antes de partir.

Además de consultar las previsiones hay que tener en cuenta indicios que pueden anunciar un cambio climatológico a peor, como el canto del gallo a deshora o que el viento gire en sentido contrario a las agujas del reloj. Igualmente, recomiendan repasar el libro de Ciencias y recordar que por la noche, la Estrella Polar indica el norte, al igual que el musgo de los árboles

Por otro lado, instan a los senderistas a que ajusten la dificultad de la ruta a su preparación física y experiencia. Se debe dejar aviso siempre de la ruta y la hora estimada de regreso, que debe ser una hora y media o dos antes del anochecer para que haya un margen de luz suficiente para poder solventar incidentes imprevistos.

Hay que dosificar fuerzas y alimentos, beber agua a menudo y memorizar puntos de referencia en el camino por si a la vuelta surgieran problemas de orientación. También hay que provocar economizar la batería del móvil. Si se llama para pedir auxilio, las primeras palabras deben facilitar exactamente la posición del perdido.

En caso de lesión, se debe inmovilizar al accidentado y mantenerlo abrigado, sin que ingiera comida ni medicamentos. Si el herido estuviera inconsciente, se tiene que recostar sobre un lateral, con la cara hacia abajo para evitar que se pueda asfixiar con su propia lengua.

Por último, Aguado ha apuntado que en caso de que pueda sorprender la noche al montañero y se quede desorientado siempre procure descender, refugiarse en cabañas, cuevas o bajo un árbol salvo en caso de tormentas eléctricas, y cobijarse con ramas cortadas de los árboles y piedras para protegerse de ventiscas y vientos fríos. Incluso se puede hacer una pequeña guarida dentro de la nieve porque siempre tendrá mejor temperatura que en el exterior.