Los caballos son fundamentales, en muchos casos, para la rehabilitación. Es el caso de José, se rompió el femur en un accidente y ahora tiene una placa de 11 tornillos. De momento no puede apoyar el pie izquierdo, pero encima del caballo sus músculos se ejercitan exactamente igual que si estuviera caminando. Su rehabilitador, Augusto asegura que "el calor del caballo permite relajar toda la musculatura de la pierna, al mismo tiempo, al ir al paso el movimiento hace que el paciente se tenga que reequilibrar continuamente y a la vez ejerza fuerza sobre el caballo para mantenerse".
Es sólo uno de los pacientes del proyecto Fundación A Caballo. Una familia emprendedora de italianos lo puso en marcha hace un mes, es su ilusión de toda la vida, y lo han dejado todo para sacarlo adelante. Renato del Bino comenta que "hasta hace 8 meses trabajaba en una multinacional, llevaba 27 años trabajando allí y esto lo enfoco como un proyecto vital más que económico. Lo que sí queremos es que sea sostenible por sí mismo, con que podamos subsistir y ayudar a la gente, y cuanta más gente mejor, pues más felices seremos".
De momento tienen cuatro caballos para realizar terapias tanto físicas como psiquiátricas. Eso sí, para la hipoterapia no vale cualquier equino, es importante que tenga el dorso recto y una grupa fuerte pero lo más importante es que el caballo sea muy dócil.
