Dos detenidos por arrojar lejía y botellas a personas en situación de vulnerabilidad en Torres de la Alameda

La Guardia Civil ha detenido a dos personas por un delito de odio al haber arrojado lejía y botellas de cristal contra dos personas en situación de vulnerabilidad y su casa en Torres de la Alameda (Madrid).

Según ha explicado el Cuerpo en un comunicado, los hechos comenzaron cuando los agentes recibieron un aviso sobre un posible incendio en una vivienda de la localidad que, según los moradores de la misma, habría podido ser causado por terceras personas. Estas personas indicaron a los agentes que estaban sufriendo actos de hostigamiento y acoso durante un tiempo.

Tras las investigaciones realizadas se pudo confirmar un episodio en el que desde el exterior de la vivienda dos individuos habrían rociado lejía en la cara a las personas que se encontraban en el interior, llegando a ocasionar a una de ellas lesiones en un ojo.

También se pudo constatar que los supuestos autores habían acudido al lugar en horario nocturno y lanzaron botellas de cristal tanto al interior de la vivienda como contra una de las personas en plena calle con el objetivo de agredirlas.

Fruto de las investigaciones realizadas se logró identificar a los presuntos autores, residentes de la localidad, que estaban causando el sufrimiento continuo de las dos víctimas. Por tal motivo han sido detenidos dos hombres por un presunto delito de odio por aporofobia, tres delitos de lesiones y un delito de daños.

Tras pasar a disposición judicial se ha decretado una orden de alejamiento tanto de la vivienda como de las víctimas. La investigación ha sido llevada a cabo por el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Arganda del Rey.

El miedo continúa

Las víctimas de estos ataques son Carmen, de 61 años, y su hijo, de 38 años, acosados por su vulnerabilidad. Tras estos ataques su casa se quedó sin ventanas, tapadas con cartones.

A pesar de la orden de alejamiento que recae sobre los presuntos agresores, las víctimas continúan con miedo, y es que su casa continúa con notas que evidencian delitos de odio.