Como cada año, Alcalá de Henares ha dado marcha atrás en el tiempo y se ha traslado hasta el siglo de oro de la mano de Don Quijote, que ha recorrido sus calles, para encontrar a su creador. Junto a su escudero Sancho Panza, se ha paseado por el Mercado Cervantino, lleno de olores, sabores y escenas irrepetibles que han sumergido a alcalainos y visitantes en el pasado.