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24 horas después todavía se notan los efectos de la gran tromenta de ayer que en Madrid provocó la muerte de una mujer. Nos hacemos una idea de lo que se le vino encima en la casa en la que murió porque así está todavia hoy: el garaje destrozado.

Uno de sus muros fue el que aplastó a la empleada de hogar de 28 años. Hoy le practican la autopsia. En el anatómico forense, sus familiares han despedido a la mujer de la limpieza, víctima mortal de la tromba de agua de este jueves en Madrid.

Ocurrió en un chalé de Hortaleza. Georgina tenía 28 años. Un tabique de se le vino encima. Los daños se han registrado también en otras casas de esa mima calle, en Conde Orgaz, donde otra empleada doméstica casi muere de la misma manera. Pero es que los demás chalets de esa calle misma calle está igual o peor. Otra empleada de hogar que estaba trabajando al lado está viva de milagro. Los vecinos siguen hoy recogiendo barro.

LAS TERRAZAS DE TRES VIVIENDAS, DAÑADAS AL CAER UN ENORME PINO SOBRE ELLAS

Otra persona, un motorista, resultó herido porque le cayó la rama de un árbol después de la tormenta. Otro pino enorme se ha desplomado en el distrito de la Latina. Ha caído encima de un edificio de cinco plantas. Las viviendas frenan la caída del árbol y se llevan la peor parte. La enorme copa impide ver, en un primer momento, los daños ocasionados.

Varios vecinos quedan atrapados en sus viviendas. Los bomberos no dejan entrar ni salir del edificio. El primer paso es asegurar desde el interior las terrazas, después apuntalar el árbol para evitar que rote y caiga sobre la otra parte del edificio.

Hasta las tres de la mañana permanecen los bomberos podando ramas y talando parte del tronco. Esta mañana los trabajos se han centrado en retirar la parte final del tronco y acondicionar la zona ya que el árbol arrancó la tierra e incluso levantó la acera.

Así han quedado las terrazas de las tres viviendas afectadas por la caída de un pino que según los bomberos, se encontraba en buen estado pero con poca raíz, por lo que no pudo mantenerse agarrado al suelo al humedecerse la tierra con la lluvia.

Estas escenas nos continúan llegado: coches anegados de agua y locales inundados. Hoy todavia hay negocios que no han podido funcionar como cada día. En un bar de la calle Pradolongo de Madrid siguen sacando agua. El agua caía con abundancia en el interior del centro comercial de El Bercial.