La Policía Nacional ha desmantelado un locutorio telefónico, ubicado en Madrid, desde el que se blanquearon más de 13 millones de euros generados por el tráfico de drogas con destino a Colombia y ha detenido a cuatro personas (a los antiguos y actuales propietarios del establecimiento). La investigación policial ha analizado una ingente cantidad de documentación relativa a más de 20.000 envíos de dinero, de los cuales cerca de 12.000 movimientos fueron utilizados para el blanqueo de dinero. Para ello, los arrestados usurpaban la identidad de clientes legítimos que hubieran aportado su pasaporte o se valían de documentación falsa.
En un comunicado, la Policía Nacional explica que las primeras pesquisas dieron comienzo a mediados del año pasado sobre este locutorio ubicado en Ciudad Lineal y los agentes encargados del caso realizaron desde entonces una ingente labor de análisis de todos los datos relativos a envíos. De los más de veinte mil giros analizados, aproximadamente doce mil presentaban características sospechosas comunes, puesto que eran enviados a Colombia por remitentes de diferentes nacionalidades, los importes superaban con creces la media habitual y no parecía existir relación familiar entre los remitentes y los beneficiarios de los envíos.
GIROS SOSPECHOSOS
Una vez confirmada la actividad de blanqueo, los investigadores localizaron al menos a 15 personas a las que se les había suplantado la identidad. Se trataba de clientes legítimos del locutorio que para enviar dinero a sus países de origen habían presentado su pasaporte en el establecimiento, que eran usados por los detenidos como pantalla para justificar los giros.
En unas ocasiones, según las pesquisas, modificaban los datos del pasaporte del cliente y, en otras, si no había agotado el tope de dinero permitido por persona al trimestre para enviar al extranjero, utilizaban sus datos verdaderos hasta alcanzar este límite. Otra de las vías para dar una apariencia de legalidad al blanqueo era el uso de documentación falsificada que permitiera no llamar la atención sobre la cantidad de euros que salían del país.
A partir de las vigilancias y seguimientos, los agentes pudieron localizar los domicilios particulares, tanto de los actuales propietarios como de los anteriores, ya que este establecimiento había sido traspasado en una ocasión, aunque la actividad criminal se remontaba también a los primeros dueños del locutorio.
Una vez obtenida la correspondiente autorización judicial, se procedió tanto al registro de los domicilios, como del locutorio, procediendo a la detención de los dos propietarios actuales y de los dos anteriores. Se les imputan delitos de blanqueo de capitales, falsificación documental y usurpación de identidad.