La operación 'Angel Negro', realizada por los Agentes del Grupo de Delincuencia Organizada de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, en colaboración con el Equipo de Policía Judicial de Collado Villalba, ha supuesto la desarticulación de un grupo organizado, especializado en el robo a viviendas unifamiliares, de la Comunidad de Madrid y provincias limítrofes.
La operación tenía su inicio a finales del año 2010, mediante el habitual análisis, por parte de los equipos de Policía Judicial de la Comandancia, de las denuncias presentadas por víctimas de diversos hechos delictivos contra el patrimonio, con la finalidad de localizar semejanzas que puedan determinar la existencia de grupos u organizaciones criminales, localizándose diversas similitudes en varias de las denuncias objeto de estudio, lo que llevó a sospechar de la presencia de dos grupos delincuenciales organizados, que tenían como zona de actuación el Noroeste de la Comunidad de Madrid.
Estos hallazgos motivaron que estos hechos se pusieran en conocimiento del Grupo de Delincuencia Organizada de la Comandancia, que a partir de este momento se hizo cargo de las labores de investigación, apoyado por los grupos territoriales de Policía Judicial cuyas demarcaciones estaban siendo afectadas por la actuación de estos grupos de delincuentes.
Así, el pasado mes de abril, se procedía a desarticular al primero de estos grupos, donde resultaron detenidas cinco personas, en el marco de la Operación 'Angel Caído', esclareciéndose cinco hechos delictivos. Este grupo no dudaba en utilizar una extrema violencia para lograr sus objetivos.
Una vez se logró finalizar esta primera fase, los agentes del Grupo de Delincuencia Organizada centraron todos sus esfuerzos en identificar y localizar a los integrantes del segundo grupo, cuyo asentamiento se ubicaba en Galapagar, Collado Mediano y Collado Villalba.
Estos individuos vieron cercados sus movimientos tras perpetrarse un robo con violencia en una urbanización de la localidad abulense de El Barraco. Allí, tras maniatar a los propietarios de la vivienda, sustrajeron diversos objetos de valor, llevándose además un Porsche Cayenne que fue recuperado en Navas del Rey, sin llaves.
La operación iniciaba su fase de explotación el pasado día 17 de mayo y finalizaba el 26 de mayo, resultando detenidos los cinco integrantes de esta organización criminal, a quienes se les imputa la autoría de una quincena de robos en viviendas, todas ellas habitadas.
El estudio realizado sobre los hechos que se les imputa a los integrantes de esta organización criminal, ha permitido conocer que los ya detenidos buscaban casas ubicadas en urbanizaciones aisladas que propiciaran pasar desapercibidos, no importándoles que las viviendas estuvieran habitadas.
Los ahora detenidos ejercían vigilancia sobre sus víctimas, conociendo al dedillo sus hábitos y horarios para, de esta manera, perpetrar los robos de una forma más segura.
Cuando los propietarios se encontraban en el interior, tras ser amenazados e incluso golpeados, eran maniatados generalmente a sillones con cinta americana, para tener mayor facilidad de huída. Sus objetivos eran conseguir joyas y dinero en efectivo, sustrayendo también vehículos de alta gama.
La Operación, desarrollada por la Guardia Civil, ha permitido, hasta el momento, esclarecer una quincena de robos con violencia perpetrados en Navacerrada, Hoyo de Manzanares, Zarzalejo, El Escorial, Galapagar, Las Rozas, Valdemorillo y en El Barraco (Avila).
En los registros domiciliarios realizados se ha logrado recuperar gran cantidad de artículos de joyería, relojes, llaves de vehículos, dinero en efectivo, pequeños electrodomésticos y móviles, interviniéndose también ropa de color oscuro, guantes, dos pistolas, pasamontañas y varios vehículos a motor.
Los detenidos son de nacionalidad marroquí, con edades comprendidas entre los 19 y 36 años de edad, decretando la Autoridad Judicial competente el ingreso en prisión de cuatro de los cinco componentes del entramado.
La operación 'Angel negro' ha permitido detectar, asimismo, un segundo grupo delincuencial, al que se considera responsable de diez robos con fuerza, que actuaban también como receptadores de los anteriormente detenidos.
Este segundo grupo estaba integrado por siete personas, todas ellas ahora detenidas, algunas de las cuales trabajaban en las zonas de los robos como albañiles, niñeras o limpiadoras, para recabar información con el fin de cometer los delitos.