La Delegación del Gobierno en Madrid ha prohibido el recorrido de la manifestación 'antipapa' convocada para el 17 de agosto, que pretendía pasar por comenzar en Tirso de Molina y acabar en Sol, así como otros dos itinerarios alternativos, pero, en cambio, ha propuesto que la marcha transcurra por el barrio de Lavapiés.
En una resolución, a la que ha tenido acceso Europa Press, el departamento que dirige María Dolores Carrión asegura que los recorridos elegidos por los convocantes "imposibilitan no sólo un dispositivo policial o de emergencias, sanitario o de protección civil cuando el espacio público va a estar ocupado por más de un millón de personas que llegan a Madrid".
En concreto, el primer itinerario comenzaría en la plaza de Tirso de Molino para seguir por la de La Latina, calle del Conde Duque, Toledo, Plaza Mayor, calle Mayor y Puerta del Sol. El primer recorrido alternativo empezaría en la plaza de La Latina y seguiría por la calle Toledo, plaza Mayor y Sol. Y el segundo alternativo arrancaría en la Plaza de España y llegaría a Sol por la Gran Vía y Callao.
La Delegación considera "vinculante" el informe negativo del Ayuntamiento de Madrid, que señala la presencia masiva de visitantes será especialmente significativa en la zona centro de la capital, por ser donde tendrán lugar los actos más multitudinarios.
"En estas condiciones no se considera viable la realización de una manifestación por las zonas más céntricas de la ciudad (Plaza Mayor, calle Mayor, Sol, Gran Vía, zonas que ya de manera habitual reciben una gran cantidad de visitantes y que en la fecha y el horario que se pretende llegar a cabo la manifestación estarán congestionadas, dada la extraordinaria afluencia de visitantes con motivo de la JMJ", alega.
Aunque la Delegación asegura que el contenido y la fecha elegida de la convocatoria resulta ajustado a derecho, alude a la posibilidad de un riesgo "desde el punto de vista de seguridad", puesto que va a suponer que en "un acto de naturaleza confesional (en su mayor parte jóvenes llegados de muchos países) van a encontrarse con personas que se oponen a la celebración para la cual han llegado a Madrid".
IMAGEN DE MADRID Y TURISMO
Además, se alega que la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y la visita del Papa supone un "reto de la imagen de la ciudad de Madrid para más de un millón y medio de turistas que llegan a la capital" y que el evento será retransmitido por muchos medios de comunicación, lo que supone "un reto más importante para mantener y promocionar la imagen turística de la ciudad a otros muchos millones de personas".
"Hay que recordar que este sector turístico genera un polo de actividad económico cada vez más
importante en nuestra ciudad", añade la resolución, fechada el pasado viernes.
La Delegación considera que aunque la presencia de grupos antagónicos "supone una tensión para la seguridad ciudadana", esta tensión "no supone un impedimento rotundo" para prohibir la marcha, sino que obliga a "redoblar los esfuerzos" de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Eso sí, advierte de que en caso de incidentes la responsabilidad será de los organizadores, "que deberán hacer efectivo su propio servicio de orden para que no se produzcan incidentes de orden público".
Por todo ello, el departamento que dirige María Dolores Carrión concede un recorrido alternativo, "igualmente céntrico y representativo de Madrid, y que ya comunicaron y realizaron estas mismas organizaciones el pasado 13 de mayo de 2011, discurriendo con total normalidad y habiendo resultado una experiencia positiva desde el punto de vista del orden pública", en referencia a la marcha atea que primeramente iba a desarrollarse el Jueves Santo por La Latina y que fue prohibida.
En consecuencia, proponen a los organizadores --Europa Laica, Redes Cristianas y la Asociación de Ateos y Librepensadores de Madrid (Amal)-- que la manifestación comience a las 19.30 horas en la calle Santa Isabel y termine en la plaza de Lavapiés a las 21.30 horas.
MÁS DE 10.000 AGENTES "BLINDARÁN" MADRID
Más de 10.000 agentes de la Policía Nacional, de la Guardia Civil y de la Policía Municipal velarán por la seguridad durante la visita del Papa a Madrid este mes de agosto, con la vista puesta en la posible incidencia de las protestas del Movimiento 15-M, reactivadas en los últimos días.
La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se celebrará entre el 16 y el 21 de agosto, va a movilizar a un total de 6.150 policías nacionales y guardias civiles, a los que se sumarán unos 4.000 policías municipales de Madrid. De los más de 6.000 agentes de la Policía y de la Guardia Civil, unos 1.300 forman parte de las plantillas destinadas habitualmente en la Comunidad de Madrid, mientras que el resto llegarán desde otros puntos de España para reforzar el dispositivo.
El operativo contará con más de 1.200 agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), los conocidos antidisturbios, casi un centenar de policías a caballo, guías caninos, agentes de subsuelo y alumnos de la Escuela de la Policía Nacional de Ávila. Además, para los grandes eventos de esos días, como la visita del Papa a El Escorial, la celebración en Cibeles y los actos centrales en el aeródromo de Cuatro Vientos, se ha diseñado un despliegue de otros 1.000 miembros de los servicios de emergencias y Protección Civil para atender al millón y medio de peregrinos previstos por la organización.
Van a colaborar también en la seguridad 3.000 voluntarios de la organización de las jornadas, que han sido formados en prevención de riesgos, primeros auxilios, reanimación cardiovascular y evacuación de los recintos.