Agentes de la Policía Nacional han decomisado 260.000 juguetes y otros artículos infantiles falsificados de firmas de reconocido prestigio en Fuenlabrada y Pinto.
Ha sido detenido el principal responsable de la banda, de origen asiático, que disponía de un establecimiento de venta a mayoristas y de un almacén donde ocultaba la mercancía en dos polígonos industriales ubicados en estas dos localidades madrileñas.
La investigación comenzó hace varias semanas a raíz de unas informaciones que apuntaban a la existencia de dos naves industriales del sur de Madrid en las que varios ciudadanos chinos presuntamente almacenaban artículos infantiles procedentes de su país de origen.
Estos juguetes vulneraban los derechos de propiedad industrial de marcas de reconocido prestigio dentro del mundo de las firmas infantiles.
Las indagaciones se encontraron con numerosos obstáculos desde el comienzo ya que el ahora detenido extremaba las medidas de seguridad para evitar ser descubierto por la Policía.
De este modo, ofrecían los artículos únicamente a clientes concretos con determinadas características físicas y ocultaban las piezas de muestra bajos los mostradores.
Además, no revelaba con facilidad la ubicación de las naves donde apilaba los juguetes y sólo accedía a ellas cuando se había cerciorado de que no había sido seguido.
Tras varias semanas de complicadas vigilancias y seguimientos, los investigadores lograron ubicar en dos polígonos industriales de Fuenlabrada y Pinto un establecimiento comercial de venta a mayoristas y una nave de grandes dimensiones donde se apilaban los juguetes.
Con el pertinente mandamiento judicial, los agentes accedieron a estos dos inmuebles donde intervinieron unos 260.000 artículos "piratas", entre los que se encontraban todo tipo de juguetes, teléfonos y relojes infantiles, pegatinas y llaveros.
Estos efectos eran copias de productos de marcas de reconocido prestigio entre el público infantil como Bob Esponja, High School Musical, Bakugan, Ben 10 o Hello Kitty.
Llama especialmente la atención el hecho de que muchos de los artículos intervenidos eran importados de China por separado, de forma que el juguete, el plástico de embalaje y el cartón con las serigrafías no eran detectados en la aduana.
Todos estos juguetes fraudulentos eran de una calidad extremadamente baja. Gran parte de ellos iban destinados a menores de tres años y podrían representar un peligro para los niños al carecer de los controles establecidos para este tipo de artículos.
No obstante, los investigadores estiman que el valor económico de los efectos incautados podría superar los dos millones de euros.
La investigación ha sido llevada a cabo por el Grupo XXIII de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid.