Un jurado popular ha declarado inocente a uno de los tres acusados del asesinato de Carlos Jarry S.L., considerado uno de los "aluniceros" más buscados por la policía madrileña, y que fue acribillado a balazos el 12 de enero de 2008 en Arganda del Rey. Según fuentes jurídicas, el tribunal popular ha decidido, de forma unánime, que Ignacio R.G. es culpable de los delitos de asesinato y de tenencia ilícita de armas, y Rafael R.D. de asesinato. Sin embargo, ha declarado no culpable de asesinato al tercer acusado, David O.M., al que solo se le ha declarado culpable de encubrimiento, por lo que quedará esta tarde en libertad tras llevar, igual que los otros dos procesados, tres años y cuatro meses en prisión, han señalado las mismas fuentes.
La Fiscalía de la Audiencia Provincial rebajó ayer en sus conclusiones a 10, 15 y 16 años y medio de cárcel, respectivamente, su petición de pena para David O.M., Rafael R.D. e Ignacio R.G., a los que solicitaba en un principio hasta 20 años de prisión.
Los hechos se remontan al 12 de enero de 2008, cuando Carlos Jarry S.L., de 24 años, y que contaba con un amplio historial sobre alunizajes -robos mediante el impacto de vehículos en los escaparates de las tiendas a atracar-, murió al salir de una casa en Arganda del Rey tras recibir siete disparos, dos de ellos en la cabeza y otros dos en la ingle.
La fiscal de la sección tercera manifestó también que el disparo que Carlos Jarry presentaba en los testículos podría ser "una advertencia" a sus presuntos rivales o el "sello del asesino".
La defensa de David O.M. pidió su absolución, ya que mantuvo que su cliente no participó en los hechos, y que únicamente se vio implicado en los mismos por una "amistad de toda la vida" con uno de los otros dos acusados.
Durante sus declaraciones el primer día del juicio que se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid, Ignacio R.G. reconoció que había disparado contra Carlos Jarry, tras coger a éste su arma, cuando se dirigió a él para decirle que dejara en paz a su cuñado, Rafael R.D., al que, según él, le confundió con otra persona que le debía 80.000 euros.
Por su parte, Rafael R.D. aseguró que no fue a la casa de la víctima con intención de matarle, y David O.M. destacó entre sollozos que si la noche del crimen fue en el coche con los otros dos acusados fue porque ellos solo le dijeron que iban a comprar droga.