Los vecinos de Arganzuela ya no pueden más. Llevan meses conviviendo con un poblado chabolista de rumanos tras el Museo de Ferrocarril. Lo denunciaron y parece que no ha surgido efecto, porque el problema va a más. No sólo no piensan irse, sino que cada vez son más las chabolas en los terrenos frente al Museo del Ferrocarril.