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Aún son visibles los estragos de la borrasca Filomena. Tocones, ramas amontonadas en algunas partes, clareos necesarios tras dañarse muchos árboles. Mucho trabajo hecho para recuperar las zonas verdes y mucho que replantar para recuperar lo perdido.

Cocodrilo tallado en un árbol derribado | PABLO PÉREZ JIMÉNEZ

Algunas partes de árboles que no han sido taladas y no representan ningún peligro se han convertido en auténticas obras de arte.

Jardineros de la Casa de Campo, expertos en el manejo de sus herramientas y con una sensibilidad que salta a la vista, están convirtiendo madera muerta en arte vivo.

Una enorme serpiente en la Casa de Campo | PABLO PÉREZ JIMÉNEZ

Toda una fauna vuelve a surgir de los troncos vencidos por la nevada y el viento. Cocodrilos, rapaces, serpientes y hasta algún pez que trata de ocultarse. Las motosierras van cincelando capa a capa las piezas de madera hasta que surge este animalario entre el monte metropolitano.

Una rapaz surge del suelo en la Casa de Campo | PABLO PÉREZ JIMÉNEZ

No vamos a decir dónde se encuentran las figuras. Algunos lo saben ya. Pero te proponemos que lo descubras por ti mismo, en un paseo por la Casa de Campo.