Alrededor de tres centenares de personas se han concentrado hoy en Madrid para denunciar la discriminación hacia la mujer y la "falta de empatía" del gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, porque las injusticias "no tienen fronteras".
La concentración ha estado organizada por el movimiento feminista Women's March, con motivo de la celebración por segundo año consecutivo de las marchas de mujeres por la igualdad en ciudades de todo el planeta bajo el lema "Mirando hacia atrás, mirando hacia delante".
Desde la organización, Erik Simpson ha asegurado que este acto se trata de una "celebración" porque todas las marchas que han tenido lugar en el mundo han gritado "no más".
"Ha comenzado la concienciación del feminismo ya no es sólo para las mujeres, también para los hombres, y poco a poco se logrará la femenización de la sociedad", ha destacado.
Durante el acto se ha leído un manifiesto en el que se interpelaba a la sociedad para lograr "un mundo mejor" donde primen los derechos de "la mujeres, el reproductivo, el de los trabajadores, las personas con discapacidad, inmigrantes o el medio ambiente".
El texto ha insistido en que apostar por "la inclusión y el amor", frente "al odio y la exclusión", en un contexto en el que los derechos sociales se están viendo afectados en Estados Unidos y en todo el mundo.
"Mujeres unidas, jamás serán vencidas", "feministas siempre juntas y fuertes" o "ni odio, ni racismo, ni Trump" han sido las consignas más coreadas por los asistentes, en su mayoría mujeres, y se han visto numerosos "pussy hats", la iniciativa de gorros de lana rosa que llenaron de color las marchas en Estados Unidos.
El 21 de enero de 2017, horas después de que Donald Trump asumiera la presidencia de Estados Unidos, millones de personas se concentraron en distintas ciudades estadounidenses y de otros países como reacción a las ideas machistas del dirigente que, pese al revuelo que provocaron durante la campaña electoral, no impidieron que el magnate alcanzara la Casa Blanca.
Un año después, las marchas de mujeres se han vuelto a activar para protestar contra la discriminación y la desigualdad que padece la mitad de la población mundial.