La Comunidad de Madrid ha entregado, en lo que va de año, un total de 457 viviendas públicas destinadas a familias que se encuentran en situación de especial necesidad y en riesgo de exclusión social.
De este total de viviendas, un 65% (unas 300) fueron destinadas a familias que sufrieron un desahucio y que no han podido hacer frente al pago de una hipoteca o de un alquiler.
"Actualmente tenemos otras 109 viviendas en reparación que podrán estar a disposición de ser habitadas a finales del verano", explicó el viceconsejero de Transportes, Infraestructuras y Vivienda de la Comunidad de Madrid, Borja Carabante, en su visita, este lunes, a una de las viviendas que se están reparando.
Según explicó el viceconsejero, el perfil de las familias que hasta ahora demandaban una vivienda del cupo de especial necesidad sufrió un cambio importante como consecuencia de la crisis.
"Nos encontramos con personas que han perdido sus empleos y que han reducido drásticamente sus ingresos familiares. Algunas han llegado a perder sus viviendas como consecuencia de un desahucio o pagan alquileres muy por encima de sus posibilidades", indicó.